
¿Cómo sé que esto es VERDAD?
- publicado por Icaro Dedaloson
- Categorías Extracto Libro
- Fecha 05/28/2022
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- Etiquetas Sri Nisargadatta, verdad, yo soy eso
El hecho de creer en lo que alguien está exponiendo presupone que tu tienes conocimiento de parte de la verdad y quieres ampliarla o por lo menos reafirmarte en ella. Y si pudiésemos preguntar al orador directamente , ¿Es esto la verdad? ¿Cómo podríamos tener certeza que algo es verdad y que no sea simplemente algo que se acomoda a mis creencias?. ¿En realidad hay alguien que pueda decir: “esto es verdad”?. Creo que todos en algún momento nos hemos topado con esta reflexión. Después de pasar por muchos estudios, enseñanzas, doctrinas…todas en apariencia verdaderas, hemos ido viendo que esto de la VERDAD es algo bastante difícil de precisar. He traído este extracto del libro YO SOY ESO de Sri Nisargadadatta donde encontramos a una persona insistiendo que lo que quiere es oír la VERDAD y cómo puede asegurarse de que son ciertas todas esas explicaciones de la no dualidad. Sencillamente indispensable, para reflexionar. Icaro Dedaloson |
La Verdad es Aquí y Ahora
Interlocutor: Mi pregunta es: ¿cuál es la prueba de la verdad? Los seguidores de toda religión, metafísica o política, filosófica o ética, están convencidos de que la suya es la única verdad, de que todo lo demás es falso y toman su propia convicción inquebrantable por la prueba de la verdad. «Yo estoy convencido, de modo que debe ser verdadero», dicen. A mí me parece que ninguna filosofía o religión, que ninguna doctrina o ideología, por muy completa que sea, por muy libre de contradicciones internas que sea, y por muy emocionalmente atractiva que sea, puede ser la prueba de su propia verdad. Ellos son como los vestidos que se ponen los hombres, que varían con los tiempos y las circunstancias y que siguen la moda.
Ahora bien, ¿puede haber una religión o una filosofía que sea verdadera y que no dependa de la convicción de alguien? ¿Y que no dependa tampoco de las escrituras, debido a que éstas dependen a su vez de la fe de alguien en ellas? ¿Hay una verdad que no dependa de la confianza, que no sea subjetiva?
Mah: ¿Qué hay sobre la ciencia?
Int: La ciencia es circular, acaba donde comienza, con los sentidos. Trata con la experiencia, y la experiencia es subjetiva. No hay dos personas que tengan la misma experiencia, aunque puedan expresarla en las mismas palabras.
Mah: Usted debe buscar la verdad más allá de la mente.
Int: Señor, en cuanto a trances ya tengo suficiente. Cualquier droga puede inducirlos, de una manera barata y rápida. Inclusive los samadhis clásicos, causados por ejercicios respiratorios o mentales, no son muy diferentes. Hay samadhis de oxígeno y samadhis de dióxido de carbono y samadhis auto-inducidos causados por la repetición de una fórmula o una cadena de pensamientos. La monotonía es soporífera. Yo no acepto el samadhi, por muy glorioso que sea, como una prueba de la verdad.
Mah: El samadhi es más allá de la experiencia. Es un estado sin cualidad.
Int: La ausencia de experiencia se debe a la inatención. Reaparece con la atención. Cerrar los ojos no prueba nada contra la luz. Atribuir realidad a estados negativos no nos llevará lejos. La negación misma contiene una afirmación.
Mah: Por una parte tiene razón. ¿Pero no ve usted?, está pidiendo la prueba de la verdad sin explicar cuál es la verdad que usted tiene en la mente y cuál prueba le dará satisfacción. Usted puede probar cualquier cosa, provisto que confíe en su prueba. ¿Pero qué probará que su prueba es verdadera? Yo puedo llevarle fácilmente a la admisión de que usted solo conoce que usted existe —que usted es la única prueba que puede tener de todo lo demás. Pero yo no identifico la mera existencia con la realidad. La existencia es momentánea, siempre en el tiempo y en el espacio, mientras que la realidad es inmutable y omnipenetrante.
Int: Señor, yo no sé lo que es verdad y lo que puede probarla. No me abandone a mis propios recursos. No tengo ninguno. Aquí usted es el conocedor de la verdad, no yo.
Mah: Usted niega el testimonio como la prueba de la verdad; la experiencia de otros no tiene ninguna utilidad para usted, rechaza toda inferencia de las afirmaciones concurrentes de un vasto número de testigos independientes; de modo que es incumbencia suya decirme cuál es la prueba que le daría satisfacción a usted —¿cuál es su referencia de una prueba válida?
Int: Honestamente, yo no sé lo que constituye una prueba.
Mah: ¿Ni siquiera su propia experiencia?
Int: Ni mi experiencia, ni tampoco mi existencia. Ambas dependen de que yo sea consciente.
Mah: ¿Y de qué depende que usted sea consciente?
Int: No lo sé. Antaño, habría dicho: de mi cuerpo; ahora puedo ver que el cuerpo es secundario, no primario, y que no puede ser considerado como una evidencia de existencia.
Mah: Me alegra que usted haya abandonado la idea «yo soy el cuerpo», la principal fuente de error y de sufrimiento.
Int: La he abandonado intelectualmente, pero la sensación de ser lo particular, una persona, está todavía conmigo. Yo puedo decir: «yo soy», pero lo que yo soy no puedo decirlo. Yo sé que existo, pero no sé qué existe. Cualquiera que sea la manera en que lo ponga, me enfrento con lo desconocido.
Mah: Su ser mismo es lo real.
Int: Ciertamente, nosotros no estamos hablando de la misma cosa. Yo no soy algún ser abstracto. Yo soy una persona, limitado y consciente de sus limitaciones. Yo soy un hecho, pero un hecho sumamente insubstancial. No hay nada que pueda construir sobre mi momentánea existencia como una persona.
Mah: ¡Sus palabras son más sabias que usted! Como una persona, su existencia es momentánea. ¿Pero es usted solo una persona? ¿Es usted una persona en absoluto?
Int: ¿Cómo voy a responder? Mi sensación de ser solo prueba que yo soy; no prueba nada que sea independiente de mí. Yo soy relativo, a la vez criatura y creador de lo relativo. La prueba absoluta de la verdad absoluta —¿qué es, dónde está? ¿Puede ser la prueba de la realidad la mera sensación de «yo soy»?
Mah: Por supuesto que no. «Yo soy» y «el mundo es» están relacionados y son condicionales. Se deben a la tendencia de la mente a proyectar nombres y formas.
Int: Nombres y formas e ideas y convicciones, no son la verdad. Si no es por usted, yo habría aceptado la relatividad de todo, incluyendo la verdad, y aprendido a vivir de asumiciones. Pero entonces me encuentro con usted y le oigo hablar de lo Absoluto como dentro de mi alcance y también como supremamente deseable. Las palabras como paz, dicha, eternidad, inmortalidad, atrapan mi atención, lo mismo que la oferta de liberación del sufrimiento y del temor. Mis instintos innatos: búsqueda del placer y curiosidad se despiertan y comienzo a explorar el reino que usted ha abierto. Todo parece sumamente atractivo, y naturalmente yo pregunto. ¿Es alcanzable? ¿Es real?
Mah: Usted es como un niño que dice: pruébeme que el azúcar es dulce, solo entonces la tomaré. La prueba del dulzor está en la boca, no en el azúcar. Para saber que es dulce debe saborearla, no hay ninguna otra manera. Por supuesto, usted comienza preguntando: ¿es azúcar? ¿es dulce? Y usted acepta mi certeza hasta que la prueba. Solo entonces todas las dudas se disuelven y su conocimiento deviene de primera mano e inquebrantable. Yo no le pido que me crea. Solo tenga la confianza suficiente para comenzar. Cada paso se aprueba o se desaprueba por sí mismo. Usted parece querer que la prueba de la verdad preceda a la verdad. ¿Y cuál será la prueba de la prueba? Vea, usted está cayendo dentro de una regresión. Para cortarla debe poner fin a su pedir pruebas y aceptar, solo por un momento, algo como verdadero. No importa realmente lo que sea. Puede ser Dios, o mí mismo, o su propio sí mismo. En cada caso usted acepta algo o a alguien desconocido como verdadero. Ahora, si usted actúa sobre la verdad que ha aceptado, aunque sea por un momento, muy pronto será llevado al paso siguiente. Es como trepar a un árbol en la obscuridad —usted solo puede agarrarse a la rama siguiente cuando se ha apoyado sobre la anterior. Para probar una teoría, usted lleva a cabo un experimento de acuerdo con las instrucciones operativas establecidas por aquellos que han hecho el experimento antes que usted. En la búsqueda espiritual la cadena de experimentos que uno tiene que hacer se llama Yoga.
Int: Hay tantos Yogas, ¿cuál elegir?
Mah: Por supuesto, cada jnani sugerirá la vía de su propio logro como la que conoce más íntimamente. Pero la mayoría de ellos son muy liberales y adaptan su consejo a las necesidades del buscador. Todas las vías le llevan a usted a la purificación de la mente. La mente impura es opaca a la verdad; la mente pura es transparente. La verdad puede verse a su través fácil y claramente.
Int: Lo siento, pero parezco incapaz de expresar mi dificultad. Estoy preguntando sobre la prueba de la verdad y se me están dando los métodos de alcanzarla. Asumiendo que sigo los métodos y que alcanzo algún estado sumamente maravilloso y deseable, ¿cómo llego a saber que mi estado es verdadero? Todas las religiones comienzan con la fe y prometen algún éxtasis. ¿Es el éxtasis de lo real o el producto de la fe? Pues, si es un estado inducido, yo no tendré nada que ver con él. Tome el Cristianismo, que dice: Jesús es tu Salvador, cree y serás salvado del pecado. Cuando preguntó a un cristiano pecador, cómo es que no ha sido salvado del pecado a pesar de su fe en Cristo, responde: mi fe no es perfecta. De nuevo estamos en el círculo vicioso —sin fe perfecta— no hay salvación, sin salvación —no hay fe perfecta, y por consiguiente no hay salvación. Se imponen condiciones que son irrealizables y entonces se nos culpa por no cumplirlas.
Mah: Usted no se da cuenta de que su presente estado de vigilia es un estado de ignorancia. Su pregunta sobre la prueba de la verdad nace de la ignorancia de la realidad. Usted contacta con sus estados sensoriales y mentales en la consciencia, en el punto de «yo soy», mientras que la realidad no tiene mediación, no se contacta, no se experimenta. Usted está tomando por supuesto la dualidad hasta tal punto, que ni siquiera la nota, mientras que para mí la variedad y la diversidad no crean separación. Usted imagina la realidad aparte de los nombres y las formas, mientras que para mí los nombres y las formas son las expresiones siempre cambiantes de la realidad y no se apartan de ella. Usted pide la prueba de la verdad mientras que para mí toda existencia es la prueba. Usted separa la existencia del ser y el ser de la realidad —mientras que para mí todo es uno. Por muy convencido que esté usted de la verdad de su estado de vigilia, usted no pretende que es permanente y sin cambio, como cuando yo hablo del mío. Sin embargo yo no veo ninguna diferencia entre nosotros, excepto que usted está imaginando cosas, mientras yo no lo hago.
Int: ¡Primero usted me descalifica para preguntar sobre la verdad, y después me acusa de imaginación! Lo que es imaginación para usted es realidad para mí.
Mah: Hasta que usted investigue. Yo no estoy acusándole de nada. Solo le estoy pidiendo que pregunte sabiamente. En lugar de buscar la prueba de la verdad, que usted no conoce, examine las pruebas que tiene de lo que cree saber. Encontrará que usted no sabe nada cierto —solo confía en lo que ha oído. Para conocer la verdad, usted debe pasar por su propia experiencia.
Int: Yo tengo un miedo mortal de los samadhis y demás trances, sea cual sea su causa. Una bebida, una fumada, una fiebre, una droga, respirar, cantar, agitarse, danzar, girar, rezar, el sexo o el ayuno, los mantras o alguna vertiginosa abstracción pueden sacarme de mi estado de vigilia y darme alguna experiencia extraordinaria, debido a que no es familiar. Pero cuando la causa cesa, el efecto se disuelve y solo queda un recuerdo, obsesivo pero desvaneciéndose.
Abandonemos todos los medios y sus resultados, pues los resultados están sujetos a los medios; hagamos la pregunta de nuevo, ¿puede ser encontrada la verdad?
Mah: ¿Dónde está el lugar de morada de la verdad de modo que usted pueda ir en su busca? ¿Y cómo sabrá que la ha encontrado? ¿Qué piedra de toque lleva consigo para probarla? Usted ha retornado a su pregunta inicial: ¿cuál es la prueba de la verdad? Debe haber algo erróneo en la pregunta misma, pues tiende a repetirla una y otra vez. ¿Por qué pregunta cuáles son las pruebas de la verdad? ¿No se debe a que usted no conoce la verdad de primera mano, y a que tiene miedo de que pueda ser engañado? Imagina que la verdad es una cosa que lleva el nombre de «verdad» y que es ventajoso tenerla, provisto que sea genuina. De aquí su miedo de ser engañado. Usted sale a comprar la verdad, pero no confía en los mercaderes. Tiene miedo de las falsificaciones e imitaciones.
Int: Yo no tengo miedo de ser engañado, tengo miedo de engañarme a mí mismo.
Mah: Pero está engañándose a usted mismo en su ignorancia de sus verdaderos motivos. Usted está pidiendo la verdad, pero de hecho busca meramente comodidad, que quiere que dure para siempre. Ahora bien, nada, ningún estado de mente, puede durar para siempre. En el tiempo y el espacio hay siempre un límite, debido a que el tiempo y el espacio mismos son limitados. Y en lo atemporal las palabras «para siempre» no tienen ningún significado. Lo mismo con la «prueba de la verdad». En el reino de la no dualidad todo es completo, todo es su propia prueba, su significado y su razón. Donde todo es uno, no se necesita ningún soporte. Usted imagina que la permanencia es la prueba de la verdad, que lo que dura más es de algún modo más verdadero. El tiempo deviene así la medida de la verdad. Y puesto que el tiempo está en la mente, la mente deviene el árbitro y busca dentro de sí misma la prueba de la verdad —¡una tarea enteramente imposible y sin esperanza!
Int: Señor, si usted dijera: nada es verdad, todo es relativo, yo estaría de acuerdo con usted. Pero mantiene que hay la verdad, la realidad, el conocimiento perfecto, por lo tanto yo pregunto: ¿qué es y cómo lo sabe usted? ¿Y qué me hará decir a mí: «sí, Maharaj estaba en lo cierto»?
Mah: Usted se está aferrando a la necesidad de una prueba, de un testimonio, de una autoridad. Continúa imaginando que la verdad necesita ser señalada y que se le diga a usted: «Mire, he aquí la verdad». No es así. La verdad no es el resultado de un esfuerzo, el final de un camino. Está aquí y ahora, en el anhelo y en la búsqueda mismos de ella. Está más cerca que la mente y el cuerpo, más cerca que la sensación de «yo soy». Usted no la ve debido a que mira demasiado lejos de usted mismo, fuera de su ser más íntimo. Usted ha objetivado la verdad e insiste en sus pruebas y análisis típicos, los cuales solo se aplican a las cosas y a los pensamientos.
Int: Todo lo que puedo entender de lo que usted dice es que la verdad es más allá de mí y que yo no estoy cualificado para hablar de ella.
Mah: No solo está cualificado, sino que usted es la verdad misma. Únicamente que toma lo falso por lo verdadero.
Int: Usted parece decir: no pida pruebas de la verdad. Interésese solo en lo no verdadero.
Mah: El descubrimiento de la verdad está en el discernimiento de lo falso. Usted puede conocer lo que no es. Lo que es —usted solo puede serlo. El conocimiento es relativo a lo conocido. En un sentido es la contrapartida de la ignorancia. Donde la ignorancia no es, ¿dónde está la necesidad del conocimiento? Por sí mismos ni la ignorancia ni el conocimiento tienen ser. Son solo estados de la mente, que a su vez no es más que una apariencia de movimiento en la consciencia, la cual es inmutable en su esencia.
Int: ¿Está la verdad dentro del reino de la mente o más allá?
Mah: Las dos cosas y ninguna. No puede ponerse en palabras.
Int: Esto es lo que escucho siempre —inexpresable (anirvachaniya). Esto no me hace más sabio.
Mah: Es verdad que esta expresión cubre a menudo una aguda ignorancia. La mente puede operar con términos de su propia cosecha, pero no puede ir más allá de sí misma. Eso que no es ni sensorial ni mental, y sin lo cual sin embargo ni lo sensorial ni lo mental pueden existir, no puede estar contenido en ellos. Comprenda que la mente tiene sus límites; para ir más allá, usted debe consentir al silencio.
Int: ¿Podemos decir que la acción es la prueba de la verdad? Puede no verbalizarse, pero puede demostrarse.
Mah: Ni la acción ni la inacción. Es más allá de ambas.
Int: ¿Puede un hombre decir alguna vez: «Sí, esto es verdadero»? ¿O está limitado a la negación de lo falso? En otras palabras, ¿es la verdad pura negación? ¿O llega un momento en que deviene aserción?
Mah: La verdad no puede ser descrita, pero puede ser experimentada.
Int: La experiencia es subjetiva, no puede compartirse. Las experiencias de usted me dejan donde estoy.
Mah: La verdad puede ser experimentada, pero no es mera experiencia. Yo la conozco y puedo transmitirla, pero solo si usted está abierto a ella. Estar abierto significa no querer nada más.
Int: Yo estoy lleno de deseos y de temores. ¿Significa ello que no soy apto para la verdad?
Mah: La verdad no es una recompensa por el buen comportamiento, ni un premio por pasar algunas pruebas. No puede ser provocada. Es lo primario, lo no nacido, la fuente antigua de todo lo que es. Usted es apto debido a que usted es. No necesita ningún mérito para la verdad. Es suya propia. Solo deje de ir de un lado para otro corriendo tras ella. Permanezca calmo, sea en quietud.
Int: Señor, si usted quiere que el cuerpo este calmo y la mente quieta, dígame cómo se hace. En la autopresenciación veo el cuerpo y la mente movidos por causas más allá de mi control. La herencia y el entorno me dominan absolutamente. El poderoso «yo soy», el creador del universo, puede ser borrado por una droga temporariamente, o por una gota de veneno —permanentemente.
Mah: Nuevamente, se toma a usted mismo por el cuerpo.
Int: Incluso si depongo este cuerpo de huesos, carne y sangre como no mí mismo, todavía sigo con el cuerpo sutil hecho de pensamientos y sensaciones, recuerdos e imaginaciones. Si depongo éstos también como no mí mismo, todavía sigo con la consciencia, la cual también es un tipo de cuerpo.
Mah: Usted está completamente acertado, pero no necesita detenerse ahí. Vaya más allá. Ni la consciencia, ni el «yo soy» en el centro de ella son usted. Su verdadero ser es enteramente no consciente de sí mismo, completamente libre de toda autoidentificación con ninguna cosa cualquiera que sea, grosera, sutil o transcendental.
Int: Puedo imaginarme a mí mismo ser más allá. ¿Pero qué prueba tengo? Para ser, debo ser alguien.
Mah: Es enteramente al revés. Para ser usted debe ser nadie. Pensarse a usted mismo siendo algo, o alguien es muerte e infierno.
Int: He leído que en el antiguo Egipto las gentes eran admitidas a algunos misterios donde, bajo la influencia de drogas o encantaciones eran expelidos de sus cuerpos y podían experimentar efectivamente estar fuera y contemplar sus propias formas postradas. Esto tenía el propósito de convencerles de la realidad de la existencia postmortem y de crear en ellos un profundo interés en su destino último, tan provechoso para el estado y para el templo. Pero la autoidentificación con la persona propietaria del cuerpo permanecía.
Mah: El cuerpo está hecho de alimento, como la mente está hecha de pensamientos. Véalos como son. La no identificación, cuando es natural y espontánea, es liberación. Usted no necesita saber lo que usted es. Es suficiente saber lo que usted no es. Lo que usted es, nunca lo sabrá, pues cada descubrimiento revela nuevas dimensiones por conquistar. Lo no conocido no tiene ningún límite.
Int: ¿Implica eso la ignorancia para siempre?
Mah: Significa que la ignorancia jamás ha sido. La verdad está en el descubrimiento, no en lo descubierto. Y para el descubrimiento no hay ningún comienzo ni ningún fin. Cuestione los límites, vaya más allá, póngase a usted mismo tareas aparentemente imposibles —ésta es la vía.
Etiqueta:Sri Nisargadatta, verdad, yo soy eso
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Podría deciros mi nombre, la dirección donde vivo, mi fecha de nacimiento, mi estado civil, mi estatura, mi peso, los nombre de mis padres, los nombres de mis hijos, mis enfermedades, mi profesión, mis estudios, la trayectoria de mi vida y hasta el nombre de mi perro…Y con todo esto, ¿Estaría realmente diciendo quien soy?
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