Uno ve un río hoy, ayer lo vimos también y mañana lo volveremos a ver y todos los días vemos aquel río y es el mismo río al lado del cual hemos crecido y siempre decimos “es el mismo río”, pero la verdad es que nunca ha sido el mismo río, porque hay un fluir y fluir hacia fuera del agua tan grande y tan continuo que nos hace tener la ilusión de que siempre es el mismo río, pero no lo es.
La afirmación ocultista dice: “Nadie puede meter el pie por segunda vez en el mismo río”.