¿Cómo hace el ego para existir?.
Entrando directamente en situación comienzo afirmando que cada historia vivida de nuestra vida nos trae una serie de emociones, pensamientos y reacciones corporales. El ego es el resultado compilado de todas esas emociones, pensamientos y reacciones guardados en forma de programa psicológico. Estos programas psicológicos los guardamos porque creemos que nos pueden ser útiles para otras circunstancias que nos puedan ocurrir en un futuro próximo. Es por esto que si hoy estoy viviendo una situación determinada que la mente analiza como similar a otra que ya ocurrió en el pasado, entonces abrirá el programa (ego) psicológico que tenía guardado de antaño para aplicar una resolución a emocional, intelectual y motriz a lo que ocurre ahora.
Hoy tenemos tantas historias guardadas en la memoria que podemos decir que vivimos en un estado de piloto automático.
Todo lo va resolviendo la mente sin que nosotros tomemos ninguna decisión de lo que ocurre. Desde que abrimos los ojos la mente recibe las impresiones dadas por nuestros sentidos físicos y comienza a emplear programas (egos) automáticos para todas las cosas, vestirnos, asearnos, preparar el desayuno, apurar el tiempo antes de coger el autobús, buscar el mejor lugar para sentarse en el autobús, observar y escanear quien está sentado a tu lado,…sigue y sigue.
No hay nada nuevo en nuestras vidas que no sea una historia-programa que se está reproduciendo.
Cada vez que uno NO tiene la conciencia puesta en el aquí y ahora es porque está viviendo una historia-programa.
Esta forma de vida no permite que puedan acontecer nuevas emociones a cada instante porque siempre se están aplicando emociones del programa (ego). No somos seres vivos, somos maquinas perfectamente programadas para desempeñar funciones. Es por este motivo principalmente que el hombre no se siente vivo.
Miramos a los niños y nos encanta su frescura, su vivacidad, su espontaneidad o su capacidad de asombro. Ellos no tienen aún muchas historias vividas y por ello no hay muchos programas (ego) que les hagan ser máquinas programadas. Ellos viven mucho más el presente. Ellos son mucho más conscientes que nosotros. Resuena en nuestro oídos aquello de “dejad que los niños vengan a mí”. Los niños son todas aquellas personas que rompieron las historias-programas y volvieron a la conciencia del presente, volvieron a la vida.
Desprogramarse es dejar de almacenar más historias. Desprogramarse en no aplicar más egos en nuestro diario vivir. Desprogramarse es vivir en la incertidumbre de no saber ni querer saber cómo vendrán las cosas, solo dejar que vengan y vivirlas en ese momento.
Si algo pediría es SER espontaneo en la vida para que cada minuto sea un desafío y cada paso una conquista.