Un aparatoso accidente provocó que Brece Lee quedase postrado en cama sin moverse seis meses. Este no fue tiempo perdido, se acompañó de muchos autores importantes de filosofía para llevar mejor su enfermedad. Fue Jiddu Krishnamurti quien dejo una profunda huella en Brece Lee, llevando a partir de su recuperación a que el gran luchador de artes marciales crease su propia técnica y dejase de imitar otras aprendidas anteriormente.