El devoto que renuncia al fruto de sus acciones consigue la eterna paz. Por el contrario, el hombre sin devoción que, hostigado por el deseo, se atiene al resultado de sus acciones, queda encadenado a ese resultado.
¿Cómo funciona la indagación en uno mismo?
La responsabilidad que todos tenemos que revisar nuestra filosofía de vida.
MARÍA TOSCANO: La espiritualidad como fundamento de la existencia
SER aun siendo siempre tu más profunda intimidad, es a la vez lo mas ansiado que buscas
Evolución de la enseñanza no Dual
Tu no eres lo que piensas
No hay tal cosa como el despertar personal