“Sentándose quedamente, sin hacer nada,
La primavera llega y la hierba crece por sí misma”
Este verso chino muestra cómo opera el poder, sin esfuerzo, sin volición. El concepto de que hay alguien ahí que es el “hacedor” de las acciones es, en verdad, simplemente un error; un malentendido. Imagine qué bello podría ser vivir sin absolutamente ningún esfuerzo. Ésa es la libertad perfecta. No queriendo cambiar nada, no esperando o deseando más o menos de lo que realmente es. En esta forma de ver, el ego es, simplemente, innecesario.
Tu eres Él: Comentarios a las enseñanzas de Sri Ranjit Maharaj por Andrew Vernon