Reintegración: este término fue introducido por los primeros y verdaderos Rosacruces (siglo XIV) y gradualmente se hizo común en el ocultismo occidental. Significa que la chispa de la conciencia, envuelta en diferentes velos de materia (como ocurre con el hombre), finalmente retorna al Sol Central del ESPÍRITU-CONCIENCIA no encarnado, vale decir, se convierte en reintegrado. De su separación en diversos cuerpos (formas) el ESPÍRITU emerge otra vez en el ABSOLUTO, TODO, DIOS, NIRVANA, BRAHMAM, etcétera.
La reintegración es el objetivo último del verdadero ocultismo, que tiene equivalentes en el misticismo oriental, a saber: Auto-Realización, Estado Liberado, Jivanmukti. En el Cristianismo se denomina Salvación en los Cielos, y en Budismo Nirvana, completa extinción de toda ilusión de separación bajo formas de materia y egoísmo.