Sri Ranjit es todavía más directo si cabe que Sri Nisargadatta y ello es debido, creemos, a su conocimiento del inglés, por tanto, su comunicación con el mundo occidental es más próxima. Como no podía ser de otra manera la inflexión total en su vida se produce cuando conoce a su Maestro Sri Siddharameshwar Maharaj a la corta edad de 12 años. Hasta entonces Sri Ranjit era un devoto absoluto de Krishna, pero después de ese encuentro y con una fe total en su gran Maestro todo cambió. Sri Ranjit relata recurrentemente de su Maestro: “Yo le vi y Él me conquistó. Olvidé a Krishna y todo lo demás”.
Sri Siddharameshwar murió muy joven cuando Sri Ranjit sólo tenía 24 años. Lo curioso de este caso es que Sri Ranjit no se dedicó a transmitir la enseñanza hasta 45 años después de la muerte de su Maestro, en 1983, cuando sin razón aparente un creciente número de buscadores empezó a aparecer en su humilde casa todos los días buscando respuestas a su fuego interior. Desde entonces, como decíamos, su lenguaje claro y directo fue haciéndose conocido e incluso reclamado en América y Europa donde viajó ya muy mayor. Precisamente su último viaje fue a Madrid, en junio de 2000, pocos meses después moría.
Con él se apagó una de las últimas luces de la india tradicional pero, afortunadamente, sabemos que transmitió la enseñanza eterna a un buen número de personas que la han comprendido, asimilado y esa luz sigue brillando en el corazón de muchos seres.
por José Manuel Lagunas
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