Tres niveles de percepción de la REALIDAD 4.43/5 (7)

Uno Absolutamente Verdadero, los otros dos “relativamente verdaderos”

3 – Nivel convencional
2 – Nivel psíquico-alma
1 – SOLO DIOS

La mayoría de los seres humanos ven su situación (en la vida) de una manera convencional, no mística, considerando todo lo que sucede como concretamente real, y siendo juzgado como “bueno” y “malo”, etc. Por el contrario, un número creciente de maestros espirituales y discípulos del Nuevo Pensamiento y los movimientos Neo-Advaita (no-dualidad) de nuestra era se han encajonado en un punto de vista que los restringe a ver lo que sucede sólo como “la manifestación perfecta de la Voluntad Divina” o como que “nada realmente sucede”. Estas personas abandonan toda capacidad de evaluar los fenómenos de manera constructiva o significativa.

Sin embargo, nuestra situación no es tan unidimensional como mantienen estas posiciones, y una manera expansiva y verdaderamente liberada de hablar de la Realidad implicaría más dimensiones. Yo he sugerido un modelo triple de la realidad no-dual que ha sido considerado muy útil por muchas personas para determinar todos los niveles de nuestra experiencia.

Este modelo triple es una elaboración de la antigua doble distinción entre el nivel de la “verdad-Aabsoluta” (paramarthika-satya) y el nivel mundano de la “verdad-convencional” (samvriti-satya o vyavaharika-satya) articulado por la mayoría de los antiguos sabios más ilustres de la India ― Buda, Nagarjuna, Sankara, etc. En el modelo que sugiero, basado en revelaciones adicionales de las Grandes Tradiciones de la India y las tradiciones místicas de Occidente, se inserta otro nivel entre el nivel mundano “convencional” y el nivel de la “Verdad Absoluta”.

Así, podemos identificar los “Tres Niveles de la Realidad No-dual” como:

Nivel 3: el nivel pragmático de la realidad mundana y la experiencia convencional, que implica a lo “apropiado e inapropiado”, “útil y dañino”, “hábil e inhábil”, “correcto e incorrecto”, “justicia e injusticia”, etc.

Nivel 2: el nivel psíquico o “alma divina” de la Realidad, que produce la comprensión o epifanía de que todo lo que sucede en última instancia es “perfecto”, porque lo que ocurre es la “exquisita manifestación de la Voluntad Divina” por el bien de TODAS las almas que finalmente llegarán a la realización de Dios. Y además, aquí se comprende que todas las almas han sido siempre esencialmente inmortales, inocentes, libres y radiantes con amor y dicha Divinos (antes y después de sus enredos kármicos en la tierra y en los reinos sutiles inferiores); y

Nivel 1: el “nivel” Absoluto de la Realidad, en el cual se comprende que lo que sucede en el juego de la manifestación es un sueño, así que nada está sucediendo realmente, no hay una multiplicidad fundamental, sólo la singularidad no-dual de DIOS o Conciencia Pura Infinita está Verdaderamente AQUÍ. Este Ser (Self) Divino es absolutamente Real como la única Identidad (antes o después de todos los mundos, almas, acontecimientos, experiencias).

Estos tres “niveles de verdad” son todos simultáneamente verdaderos. El nivel 1 (“sólo Dios, sólo la Única Realidad”) es ABSOLUTAMENTE VERDADERO, mientras que el Nivel 2 y el Nivel 3, ambos pertenecientes a los reinos de la multiplicidad, son “relativamente verdaderos“. (El nivel 3 se refiere a la situación de los seres sensibles aquí en la tierra y en los reinos sutiles inferiores, mientras que el nivel 2 pertenece a los “reinos divinos superiores”).

Cuando no tenemos en cuenta estos tres “niveles” o “aspectos” o “dimensiones” de la Realidad como si fueran simultáneamente verdaderos, tendemos a quedar atrapados en un punto de vista restringido. Así, por ejemplo, si ignoramos el nivel convencional (el nivel 3 en este modelo), prefiriendo ver SOLO que “todo es perfecto” (nivel 2) o que “nada está sucediendo realmente, sólo Dios es Real” (nivel 1), podemos fácilmente fracasar en la moralidad, la compasión y la empatía, cayendo en una apatía insensible, ignorando las formas desenfrenadas de injusticia que infligen dolor a los seres sintientes. Por otra parte, negar el nivel 3 puede conducirnos a creer erróneamente que ser exigente o crítico ―es decir, crítico con cualquier forma de pensar o comportamiento en el campo de la política, la espiritualidad, etc.― es “ser negativo” o “engañado” o “estar en la cabeza, y no en el corazón “. (En realidad, un verdadero sabio utiliza la cabeza y el corazón en el contexto de la Conciencia.) Sin embargo, esto es, en sí mismo, un juicio negativo o una crítica. Es una posición limitada que viola la verdadera libertad al limitarnos a ver siempre lo que sucede como “perfecto” y más allá del reproche, o como que “nada realmente está sucediendo”. Una vez más, mantener esta posición es restringirnos a una visión uni-nivel o uni-dimensional y limitada de la Totalidad de la Realidad.

Del mismo modo, si nos centramos SOLAMENTE en el nivel 3 y, por ejemplo, vemos las innumerables injusticias y formas de crueldad con los seres vivos, podemos convertirnos en fanáticos políticos enojados, fanáticos vengativos que siempre encuentran malhechores en algún lugar, arrojándoles nuestra ira despreciativa y nuestro desagrado venenoso sobre lo que “esas personas malvadas” están haciendo. Esto se puede curar si permitimos que las perspectivas de los niveles 2 y 1 se realicen junto con una sensibilidad de nivel 3.

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