Todo comenzó por la hipótesis radical contada en aquel artículo. Consiste en desmontar la creencia más básica según la cual somos un cuerpo y una mente, un ser separado del resto, un yo y tu, un ser que observa y un objeto observado, un pensamiento que nace de ‘mi’ y un ego con el que me identifico y debo defender. Todo esto puede sonar una locura a alguien que lo escuche por primera vez, pero no lo es. Es la investigación más honesta que podemos hacer sobre nuestra verdadera naturaleza, totalmente ajena a una cultura, a una religión o a una creencia. Es la búsqueda sincera de lo que somos sin creer lo que nos han dicho. Lo único que importa es lo que podremos comprobar tras un honesto y crudo análisis.
Es duro hacerlo, porque nuestro ego va a hacer lo posible para negar todo este ejercicio y sus consecuencias ya que al hacerlo su supervivencia está en riesgo, grabada como está en nuestra genética, nuestra memoria y pasado ancestral. Fue la garantía de la supervivencia en un entorno remoto y lejano, pero ya no lo es.
La forma de explicar este ejercicio se le puede llamar ‘experimento’ o ‘auto-indagación’ o ‘verdadera meditación’ o enmarcarlo en una filosofía como la no-dualidad o algo más ancestral como en los textos de más de 2000 años de antigüedad llamados advaita vedanta, todo ello no son más que etiquetas como quieran que hayan sido llamadas por cada autor/cultura y tienen un color distinto que tiñe el enfoque según quien lo cuente. Desde Ramana lo podemos ver de una forma, desde Douglas Harding de otra, y así con todos los demás. Pero el trasfondo y objetivo es exactamente el mismo. Enriquece leer a varios autores para sacar tus conclusiones personales y comprobarás que desde un autor te llega más de que desde otro.
Una vez lo ‘veas’ (aunque sea un ‘flash’ de segundos) será como si una persona está abandonada en un desierto y observa un oasis lejano y tras acercarse e investigar comprueba que el oasis no existe, que es una alucinación. El oasis se habrá esfumado en la realidad. A pesar de ello seguirá andando en el desierto y llegarán otros oasis, y nuestros condicionantes y hábitos adquiridos tras decenas de años nos volverán a engañar quizás con insistencia… o quizás no. Pero ya nada será lo mismo.
Esta ha sido mi experiencia. Ha sido breve e intermitente, pero me ha hecho cuestionarme todo y quedarme sin argumentos tras comprobar (experimentar tras análisis) que no hay nada aquí (cuerpo, mente) que me identifique con mi ‘yo’, con la experiencia directa de que existo como conté en este artículo. Esto, que puede sonar decepcionante (¿entonces no somos nada?) resulta todo lo contrario, porque esta Ausencia aquí implica que somos el receptáculo o Capacidad para ser realmente Todo lo demás. Las consecuencias de esto está contado de una forma genial por Douglas Harding en sus libros y cualquier cosa que yo diga empobrece el lenguaje asombroso de esos libros que hay que leer.
Si estás leyendo esto probablemente te preguntarás qué me ha cambiado esto en el día a día: en este momento mi vida no ha cambiado salvo en perplejidad, asombro y muchas más cuestiones, que trato de compartir aquí gracias a la experiencia de personas que han avanzado mucho más allá y nos lo han contado. Es un poso, una semilla inusual que altera todo lo demás. Esto es solo un trayecto contado por otros, nada de esto sirve salvo para hacer cuestionarte y que lo experimentes por ti mismo/a.
No hay nada que creer ni nada que entender, solo hace falta aplicar una honestidad brutal y salvaje a todo lo que te han contado (hace falta valor) y replantearte si era cierto. He compartido también como se puede desmontar parte de lo que perciben los sentidos y que tras un análisis se demuestra que no tiene realidad por sí mismo, por ejemplo en el experimento de los colores. Se puede hacer lo mismo con los sonidos, tacto, vista, tu cuerpo, etc. (curiosamente hay gente que lo ha hecho de una forma increíblemente brillante y metódica -desmontando uno a uno- como en este libro de Greg Goode en el que tumba todas estas creencias mediante 40 experimentos sencillos). Otros autores como Douglas Harding usan otro enfoque para transmitir exactamente lo mismo, de forma bella y alucinante.
En el artículo que verás a continuación Douglas Harding trata de desmitificar la práctica de la auto-indagación o verdadera meditación, llevada al máximo por Ramana Maharsi y por muchos otros maestros como él. Harding utiliza un lenguaje occidental y eminentemente práctico, usando metáforas y un sentido del humor que me siguen dejando boca abierto incluso después de haber leído sus libros varias veces. Era un genio de talla colosal. No dejes de visitar la página central de Douglas Harding en esta web y leer sus libros, en especial “Vivir sin cabeza” y “Head off stress” que encontrarás aquí.
Nota: El artículo que viene a continuación es una traducción de un texto breve escrito en 1972 por Douglas Harding para una revista y lo he tomado de la web dedicada a él Headless.org en la que se muestran todos sus “experimentos” (recomendable al máximo).
Artículo de Douglas Harding: “Los resultados de ver quién eres de verdad”
La Meditación
Los resultados de ver Quien eres de verdad dependerán sobre todo del empeño y ganas que se ponga en la práctica para Ver. Una momentánea visión de nuestra Verdadera Naturaleza, si no se toma lo suficientemente en serio como para ser seguida y cultivada es probable que no cause mucha diferencia.
La verdadera meditación es necesaria para romper el viejo hábito de creer que uno es el cuerpo y para llegar a establecer la nueva situación en la que no hay Nada aquí (a distancia cero de uno mismo), para crear ese hábito en primera persona.
Lo primero y antes de mirar los posibles resultados echemos un vistazo a los medios de esta práctica que es probable que te produzca unos beneficios que de verdad merecen la pena.
La “consciencia en primera persona” es una clase de meditación (en sentido estricto es la meditación más radical que puede haber) y el campo de pruebas de nuestra hipótesis es la práctica sostenida de esta meditación en el día a día.
La práctica consiste en VER QUIEN HAY AQUÍ, y sus particularidades son las siguientes (todo esto solo tendrá sentido si tu lo intentas):
Con los pies en el suelo
Esta práctica funciona igual de bien tanto como en un mercado bullicioso como en la sala de meditación, funciona igual cuanto estás activo y cuando estás en reposo, cuando tus ojos están abiertos y también cuando están cerrados.
Permanente
La técnica está alejada de pretender inducir un estado de trance o que te retires temporalmente del mundo y de la gente. Te ayudará a apreciar realmente lo que está sucediendo a tu alrededor. Te sentirás más vivo: verás todo pero no te perderás en aquello que ves.
No es cuando ves sino cuando pasas por alto cuando todo se distorsiona. No solo el mundo exterior sino también tu mundo interior con todos los estados psicológicos se oscurecen cuando ignoras lo que llevas dentro de ti, Aquello que cubre y engloba todo.
Voluntaria
La visión inicial te dará la habilidad de volver a renovarlo. Ya que la Ausencia de objetos aquí (a mi distancia cero) es tan visible y real como la presencia allí, la visión de esta Ausencia está disponible inmediatamente, en cualquier momento, a tu voluntad.
A diferencia de los pensamientos y sensaciones, puedes tener esta visión cuando más lo necesites, cuando estés agitado o preocupado. Está siempre lista para tratar con los problemas cuando surjan, justo en el lugar y momento precisos.
Expresada físicamente
Esta meditación no requiere de posturas especiales ni de ninguna habilidad física. Por otro lado, los efectos físicos se comprobará que son muy notorios. Típicamente incluyen un estado de “alerta tranquila”, una relajación muscular que sentirás como energizadora pero sin que parezca que gastas energía con ella, sentirás una significativa disminución de la velocidad de respiración, un cambio postural estirando la columna y cuello. Por supuesto, puedes elegir comenzar con este fin puramente físico y cuando estés sentado te puede ayudar a ver Quien es realmente el que se está sentando (ver tu Verdadera Naturaleza).
Al final llegará a ser continuo
No existen ocasiones en las que esta meditación sea inapropiada, no habrá veces en las que no puedas hacer esta “posición en primera persona”. Al final estarás en Casa al practicarlo, será como escuchar el sonido del bajo que siempre acompaña a una melodía.
Integradora en la vida
De esta forma, tu vida no se dividirá en compartimentos, un Ser atento, meditativo, espiritual, y un Ser distraído, exterior. Son dos mundos -exterior e interior- que pocas veces se pueden conciliar y juntar. Esta mediación lo hace posible.
A prueba de fallos
Mientras dura esta meditación es un todo o nada (realmente es un Todo y Nada a la vez) y no se puede hacer mal. No puedes ver a medias tu Ausencia, y tampoco puedes dividirla en dos. O bien ves perfectamente lo que Eres a distancia cero o bien lo pasarás totalmente por alto.
Sin misticismo
Esta meditación no es ni mística ni religiosa, ni produce euforia ni nada parecido a una expansión hacia el “amor cósmico universal”. No existe ningún tipo de sensación ni pensamiento ni intuición. Es justo lo contrario: está completamente ausente de características, sin colores. Es totalmente neutra.
Esta meditación consiste en echar un vistazo dentro de la pura, inmóvil, transparente Fuente, y al mismo tiempo hacia afuera hasta el turbulento mundo -sin dejarnos atrapar por los objetos del mundo-.
Sin explosiones ni fuegos artificiales
Es cierto que la visión inicial de tu Fuente puede llegar a ser una revelación chocante y brutal: ¿y qué otro evento en tu vida podría merecer una mejor celebración? Pero estos fuegos artificiales no son necesarios e incluso cuando surjan se esfumarán tal y como han llegado.
Muchos practicantes serios de esta meditación han llegado a ella silenciosamente con comentarios como “Si, por supuesto, así es exactamente como se está aquí”. Todo dependerá de tu temperamento individual, de tu pasado cultural y religioso, de tus expectativas y sobretodo por encima de otra cosa: de cuánta tensión y estrés psicológico hayas acumulado (ya sea accidentalmente en el curso de la vida diaria, o bien intencionalmente a través de disciplinas o prácticas de meditación).
De facto
Es cierto también que los días o semanas que siguen a esa “visión” inicial (ya sea de forma rotunda o no) seguramente van a provocar una reacción de consecuencias muy positivas a algunos. Sentirás como si nacieras a un nuevo mundo. Pero tarde o temprano esta primera visión se desvanecerá para nuestra sorpresa y decepción. “No me ha funcionado!”. La tentación es abandonar este tipo de meditación bajo la impresión errónea que no has sabido hacerlo bien. De hecho si persistes, valorarás la práctica no solo por los efectos beneficiosos que proporciona sino por la simple y llana verdad que contiene, y esto será el gran avance.
Cuando dejes de perseguir únicamente los frutos de esta práctica asegurarás así que van a crecer de forma sana, sin interferencias y todo madurará cuando llegue el momento. Mientras tanto y siempre, tu único objetivo será mantenerte en esta práctica y ver tu Raíz.
Unificadora
Únicamente en tu Raíz todos somos Uno e iguales por siempre. Esta meditación nos une en el único Lugar donde todo converge, donde podemos librarnos de las particularidades, de sentimientos ocultos y pensamientos que nos separan a uno del otro.
Este Vacío, precisamente porque está vacío es idéntico en todas las criaturas y en todo momento. En caso contrario, si fuera algo personal en mi pero vacío para ti solo serviría para separarnos aún más. Pero la realidad es que tu eres yo y también eres él/ella, sin la más mínima duda ni ansiedad, directamente es Ahí donde encuentras el lugar donde no hay nada que nos pueda separar.
Democrática
Una consecuencia bienvenida es que en aquellos que practican esta meditación no puede existir jerarquía, ni gurús. ¿Qué otra forma más segura de equidad (o democracia) podría haber a parte de esta, nuestra identidad común?
Sin ego
Y al llegar a Ver, no conseguirás ningún logro, tan solo un descubrimiento asombroso que siempre ha estado ahí. Y Eso que es descubierto solo te provocará humildad: cuando la Nada que eres sea vista (y no meramente por leerlo ni por creer en ella) nunca más podrás dudar de ella. Esto genera convicción. Aquí está el Lugar, el único Lugar donde tu eres real y no meramente una apariencia, lo cual implica la ausencia total de ego y libertad de todo lo demás.
Segura
Esta meditación es segura, no sólo porque uno no puede meter la pata, no sólo porque evita la dependencia del orgullo sino además porque no puede ser artificial. No hay nada de arbitrario o caprichoso en ella, no hay nada que pueda hacerse mal, nada que vaya a hacerte distinto de los demás.
No tiene nada de especial. Es segura porque está dirigida a averiguar cómo funciona todo, y no a manipularlo.
¿Qué podría haber menos peligroso que dejar de engañarte respecto a tu Ser, o más peligroso que el no hacerlo?
Natural
Aunque ya sea natural desde el principio, esta meditación lo será cada vez más, y al final lo será enteramente.
Al principio quizás necesites algunos recordatorios para usar tus sentidos en la práctica, como ‘contar tus ojos’ (¿qué ojos?) o ponerte cara a no-cara con un amigo. Pero con el tiempo (no necesariamente en años) lo que llegará a ocurrir será:
- Observarte como primera persona se convertirá en algo natural y automático (volverás a ver tu verdadera naturaleza) y lo último de lo que te preocuparás será de tu “ausencia de cabeza” (pérdida del ego). Es mucho más simple que eso, es algo así como quedarte descansando en Casa y observar un cielo increíblemente claro, sin tener pensamientos respecto a ello.
- De igual forma que una persona entra en una estancia y no se queda examinando la puerta de entrada sino que busca lo que puede haber interesante en el interior, igualmente llegarás a disfrutar de la inmensidad que hay dentro de ti, y esas pequeñas puertas que te irás encontrando serán simplemente distracciones temporales (muchos de los medios utilizados por las religiones son tan complicados o misteriosos o tan bellos o impresionantes que desvían la atención hacia el propósito que realmente tienen, los medios pueden llegar a convertirse en los fines).
No excluyente
Esta meditación no impide usar cualquier otra clase de meditación (como por ejemplo la meditación sentado o zazen, que quizás encuentres útil). Únicamente hay que dejar de lado a otra meditación que asuma que el meditador no esté en Casa.
Autónoma
Porque esta meditación es simple -secular, obvia, en cualquier lugar- y porque precisamente no hay Nada que aprender, no hace falta la guía de un experto, ni manuales de meditación ni tampoco maestros y sus sistemas contradictorios, ni tampoco necesitarás luchar por encontrar el profesor infalible (ya que verás que ese profesor está localizado exactamente en el sitio donde tu estás). Por otro lado, la compañía de amigos que estén comprometidos con esta meditación será algo saludable y recomendable.
Infecciosa
Al principio de esta meditación la ayuda de un amigo será prácticamente indispensable. Es raro que la Visión inicial ocurra espontáneamente: casi siempre las personas que se inician en ella es porque un amigo que ya la está haciendo se lo ha presentado a otro. Esta condición es altamente infecciosa, una transmisión directa de persona a persona. Los libros han demostrado ser -casi- incapaces de esta transmisión: su función es meramente despertar el deseo de descubrir Quien es el que lee el libro, y confirmar el descubrimiento una vez que ha sucedido. Pero esto es algo que tu tendrás que comprobar.
Recuerda tu YO constantemente
El principio de esta meditación es: nunca dejes de recordar tu YO en ninguna circunstancia. Todos tus problemas serán atendidos. Incluso por paradójico que parezca también será resuelto el problema de tu auto-consciencia.
Encontrar tu Yo es perder tu “yo” (tu ego, la identificación con tu cuerpo y tus pensamientos). Esta meditación cura la timidez y el exceso de fijación en tu imagen e impresión en los demás, no de una forma en la que te sumerjas en el mundo objetivo, sino gracias a encontrarte con tu Yo verdadero, como el Contenedor de toda experiencia.
Paradójica
Lo que necesitas es una meditación que te haga estar presente y auto-consciente pero al mismo tiempo te haga ausente porque olvides tu yo (ego), que te haga descansar y al mismo tiempo te inspire a la acción, que parezca no tener un objetivo pero a la vez tiene tenga un alto propósito, que te incite a no hacer nada porque tu mismo seas el objetivo final. Pero aún así te quedará todo por hacer porque esto es solo el principio.
Lo que es necesario es una meditación que reconcilie todas las contradicciones que llevamos incorporadas. ¡Parece algo imposible! Sin embargo -maravilla de las maravillas- esta es precisamente la meditación que cumple nuestra hipótesis (“Más cerca que tu aliento está El, más cerca que tus manos y pies”) y cuando la pongas cada día en práctica te ofrecerá todo esto.
Fascinante
Puedes seguir y seguir practicando esta verdadera meditación porque verás que es increíblemente interesante, adictiva. Y lo es porque consiste en el descubrimiento de Aquello que está relacionado al máximo contigo. Y si este tema no te interesara, ¿entonces qué es lo que te podría interesar? No te deberías extrañar si otro método de meditación te llega a fallar o no atrae tu atención.
¿Cómo podría ser que esta historia de tu verdadero Yo, siempre la misma y siempre tan fascinantemente nueva, pueda llegar a tener otro rival o incluso pueda llegar a fallarte?
¿Cómo podrías de otra forma llegar al final de este increíble misterio indescifrable?
Bidireccional
Por encima de todo esta meditación tiene dos sentidos simultáneos.
Mira a la vez Al Que Observa y a lo observado, toma y otorga el sentido a lo observado porque pone la Nada en este lado -y da prioridad a esta Nada.
Busca a la 1ª persona y la 3ª será añadida. Busca a la 3ª persona e incluso ésta desaparecerá.
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