La INMANENCIA 5/5 (4)

Al igual que el espacio, que lo llena todo, se encuentra tanto dentro como fuera del jarrón, así también la Conciencia eterna, que lo llena  todo, es inmanente en todos los seres y objetos. (DO 20)

 

Los  límites  del  jarrón  aparentemente  condicionan  y  limitan  el espacio dentro del jarrón, pero de hecho el espacio como tal no puede ser condicionado por el jarrón que de por sí existe dentro del espacio. De forma similar, aunque la Conciencia universal pareciera estar condicionada por  el  aparato  psicosomático  individual que somos, todos  los  objetos  fenoménicos meramente aparecen dentro de la Conciencia.

Todo lo que hay es la Conciencia, inmanente en todo lo fenoménico, puesto que no puede haber nada  sin  la  Conciencia.  

En  este  verso  final,  Ashtavakra  resalta  la importancia de enfatizar el fondo —el fondo y la inmanencia—, en lugar del elemento personal, con lo cual la atención final se centra no tanto en la verdadera naturaleza del yo, sino más bien en la retirada hacia la impersonalidad. En vez de decir que «tu» verdadera naturaleza es la Conciencia, él dice que todo lo que hay, dentro y fuera de todo lo fenoménico, es la Conciencia. (DO 34-35)

Entonces, ¿es la manifestación real? ¿Es irreal? La pregunta: ¿Es la manifestación real o irreal? está mal concebida. La manifestación es tanto real como irreal en tanto puede ser observada, es irreal sobre la base de que no tiene una existencia propia e independiente sin la Conciencia.

Así que la única cosa que tiene una existencia propia e independiente es la Realidad, y esa Realidad es la Conciencia. La Conciencia  es la  única  Realidad. Todo lo demás  es un  reflejo  de esta Realidad dentro de Sí misma. (TM 180)

Libro: ¡No Importa!

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