El Jivanmukta es un sabio que se ha liberado de la esclavitud aun mientras vive en un cuerpo. La percepción del universo material como tal desaparece y él contempla al Brahman Único que aparece como el universo. El egoísmo del Jivanmukta es como una tela quemada que tiene la apariencia de tela pero que en verdad está reducida a cenizas. La conciencia individual del Jivanmukta es suficientemente poderosa como para mantener la existencia de su cuerpo físico, pero no puede generar otro nacimiento para él como ser encarnado. Sus acciones son movimientos cósmicos ya no los instintos del egoísmo. El Prarabdha Karma que ha dado lugar a Brahma-Jñana dura mientras duren los impulsos de pasados deseos que constituyen el presente Prarabdha. Una ilustración aclarará este hecho.
Un cazador en el bosque va en busca de animales y dispara una flecha pensando que hay un tigre. Una vez que la flecha ha dejado el arco, se da cuenta de que el animal no era un tigre sino una vaca. Pero este conocimiento subsecuente no salvará a la vaca de ser afectada por la flecha. La flecha dará en el objeto que está dentro de la esfera de su impulso.
El Jñani realiza que el universo entero es Brahman solamente. Pero los deseos que han surgido cuando él pensaba que el mundo objetivo era real, no dejarán de demandar su materialización en efectos mientras dure el impulso de su anhelo. De allí que estos deseos mantengan el cuerpo físico del Jivanmukta por algún tiempo aún después de su realización del Ser. Cuando el Prarabdha Karma se agota, el cuerpo cae solo y el sabio se une al Brahman Infinito.
Pero aún mientras vive en un cuerpo, el Jivanmukta identifica su conciencia con Brahman y no es afectado por los pares de opuestos y las fuerzas de la Naturaleza. El universo entero es su cuerpo para aquél que está en sintonía con todas las fuerzas de la Naturaleza debido a que ha trascendido todas las realidades fenoménicas. Entonces, descansa todo el tiempo en la Conciencia de Brahman.
3. Un Jivanmukta realizado que está más allá de los tres cuerpos y las cinco Koshas; él es testigo de los tres estados; él es Pura Conciencia.
Los pensamientos y las acciones del Jivanmukta no le prometen una experiencia mundana futura. Él experimenta el mundo y la individualidad sólo aparentemente, no en realidad.
Él no se deleita con los placeres, ni se angustia con el sufrimiento. No tiene nada que le sea querido u hostil. Incluso las distracciones intensas no pueden alejarlo de la Realidad. No molesta a nadie ni es molestado por nadie en lo más mínimo. Habla dulce y noblemente. Él sale de la red de distinciones y deseos como sale un león de su jaula. El temor le es desconocido y nunca se siente desamparado o desanimado. No se preocupa por la vida, el honor o la muerte. Se conduce según la ocasión de los requerimientos del entorno, pero interiormente está absolutamente desapegado. Él es un Apta-Kama. No tiene nada que obtener o evitar. Está satisfecho con su propio Ser. El Jivanmukta siente su gran Unidad con el universo entero en el Supremo Brahman. Tiene la realización constante de la secreta Unidad de Existencia que es la base del amor universal. Es el amor que no espera ninguna recompensa o devolución. Tales personas son los verdaderos emperadores del universo.
El Jivanmukta no es ocioso ni activo. Es un hacedor trascendental. Su conducta es inentendible del mismo modo en que Brahman es inescrutable, porque él es el mismo Brahman. Lo que sea que haga es correcto, moral e ideal, porque sus acciones son las expresiones del Absoluto mismo. Él lleva una Vida Divina y se mueve en la libre corriente de la Ley de la Existencia Eterna. No libra una guerra entre el cuerpo y el espíritu. Sus acciones externas son exactamente como las del hombre mundano ignorante. Pero la mayor diferencia está en sus mentes, sus deseos y sus Vasanas. Mientras uno no sabe qué es deseo, el otro está inmerso en deseos. La mente de un hombre liberado es en sí misma puro Sattva, no es mente en absoluto. Él está establecido en el estado del Ser libre de las leyes fenoménicas. Se deleita en la Existencia Infinita y vive en el mundo como un pájaro feliz, totalmente iluminado con la Sabiduría Trascendental.
4. Para un sabio liberado que ha realizado que todos los seres son el Ser, no hay ilusión ni sufrimiento, porque él es sin segundo.
Para aquél que sólo ve Unidad en todas partes, ¿dónde hay ilusión y dónde, sufrimiento? La experiencia de ausencia de segundo se logra encontrándose uno mismo en todos los seres, incluso en el malvado y desagradecido. Tal expansión del Ser lleva a la gloria de la manifestación de la verdadera Esencia del Ser de todos los seres, donde uno se encuentra en la Verdad y recupera con infinito gozo al Ser perdido. El pesar es sólo una psicosis temporaria del individuo que ha sido privado de un objeto deseado o que es incapaz de satisfacer su deseo. El Jivanmukta que ve al único Ser común esparcido en todas partes, nunca sufre. Contemplando la Existencia indivisible, él camina por la tierra, desconocido, sin ser identificado. Nadie puede descubrir si tal persona es erudita o ignorante, si es virtuosa o viciosa. Él vive en el gran silencio del Ser y, ya sea que esté activo o en reposo, no conecta su ego con su acción. No ve dualidad ni siquiera cuando está despierto para el mundo. Es un representante del Brahman Supremo, apareciendo ante los ojos humanos.
El alma liberada asume la forma de lo que existe desde el punto de vista absoluto. De allí que el sabio se convierta en un Gunatita. Él es el mismo en el placer y el dolor, está establecido en el Ser, considera lo mismo un terrón de tierra, una piedra o una pepita de oro. Es el mismo ante lo agradable y lo desagradable, es firme y ecuánime ante la censura y el halago. Honor y desgracia no hacen diferencia; amigo y enemigo ya no son concepciones válidas para él.
El Upanishad dice, “Aquél que conoce esto (Brahman), no es dominado por estos dos, es decir, el pensamiento, “Entonces, me equivoqué,” o “Entonces, yo estaba en lo cierto.” Seguramente, él supera a ambos. No es afectado por lo que ha hecho ni por lo que no ha hecho. Ve al Atman en el Atman. Ve todo como el Ser. El mal no lo supera; por el contrario, él supera al mal. El mal no lo quema sino que él quema todo mal. Aquél que conoce a Brahman se convierte en Brahman. Él está desprovisto de temor; ve a su propio Ser en todos los seres y al Ser como todos los seres; no retrocede ante nada. Si uno Lo conoce aquí, ese es el Verdadero Fin de todas las aspiraciones. Aquél que conoce Aquello mora en el rincón secreto del corazón, destruye el nudo de ignorancia aquí, en la tierra.
“Para aquél cuyo deseo está satisfecho y que es un alma perfecta, todos los deseos desaparecen aún aquí, en la tierra. Aquél que conoce a Brahman alcanza al Supremo. Aquél que sabe que Brahman existe es realmente existente. Si alguien que conoce a éste (Ser) ofreciera limosnas incluso a un descastado (paria), se la estaría ofreciendo al Atman Universal. El Veedor no ve muerte, enfermedad o desgracia alguna. El Veedor ve sólo al Todo y obtiene al Todo en su totalidad. Él se deleita en el Ser, juega en el Ser, tiene la compañía del Ser y es feliz en el Ser. Es autónomo. Tiene libertad ilimitada en todos los mundos.”
“Cualquier objeto que desee, cualquier deseo que tenga, se presenta con su sola voluntad. Aquél que realiza, ‘Yo soy Brahman’ se convierte en el Todo. Ni siquiera los dioses tienen el poder para evitar que esto suceda, porque él se convierte en el Ser de los mismos dioses. En aquél que no tiene deseos, que se ha liberado de los deseos, cuyo deseo está satisfecho, cuyo deseo es el Ser, sus Pranas no parten. Se juntan aquí mismo. Siendo Brahman, él se convierte en Brahman.”
“Cuando uno realiza (al Eterno), ha hecho todo. Sólo conociéndolo, uno trasciende la muerte. No hay ninguna otra forma de ir más allá.”
5. El sabio que ha destruido todos sus deseos y su egoísmo, que está siempre calmo y sereno, que es ecuánime, que no ve ninguna distinción de forma y que se ha liberado de la ilusión o ignorancia, brilla resplandeciente.
El estado de Jivanmukta es la conciencia surgida de la consumación de los logros espirituales. La naturaleza expansiva de la conciencia alcanza su Destino, y habiéndose expandido más allá de espacio y tiempo, descansa en un estado de inmutabilidad imperturbable, donde Plenitud, Paz y Felicidad se convierten en el centro de la Experiencia.
Cuando se efectúa la generalización universal de la conciencia, su forma particularizada o el egoísmo se retira en el fondo del vasto Océano de Conciencia. Junto con esta retirada del ego, también son arrastradas hacia su origen sus posteriores ramificaciones en la forma de fuerza de los sentidos; entonces, desde la distracción común del cuerpo sutil vuelve a la tranquilidad y la ecuanimidad de la conciencia armoniosa. De allí que la distinción de formas no se perciba cuando se elimina la ignorancia completamente.
Un Jivanmukta que está en el séptimo Jñana-Bhumika no puede realizar ninguna acción en el plano de la conciencia terrenal. Aquellos Jivanmuktas que desean hacer Lokasangraha tienen que bajar al cuarto o quinto estado de conciencia para poder ser útiles a la humanidad. Se necesita un poco de Rajas para hacer toda clase de acción. El estado de puro Sattva de la clase superior de Jivanmuktas está totalmente desprovisto de Rajas; de allí que no sean aptos para el trabajo en el mundo. La existencia misma de tal ser bendito dará solaz al mundo entero. Su vida misma es la enseñanza y la ayuda más elevada. Dondequiera que esté, él esparce a su alrededor tal fuerza de equilibrio consciente de existencia que aquellos que están en su cercanía son fácilmente transformados. El Satsankalpa del Jñani está más allá de todos los poderes de los Ashta Siddhis y los Nava Riddhis, y trabaja por medio de su único Ser que está en todos. Él es el océano de Conocimiento y Poder, y no hay nada que le sea imposible.
6. El Jivanmukta descansa con una mente imperturbable en el Brahman de Beatitud Absoluta. Está libre de todas las modificaciones de la mente. Su corazón es puro como la nieve del Himalaya o el cristal. Él está libre de las distinciones de “yo”, “él” y “tú”.
El Jivanmukta descansa en el Brahman de Beatitud Absoluta y aun así vive como hombre para ayudar al hombre. Sólo el Jñani es realmente un hombre bueno, una persona amable y un trabajador desinteresado. Aquellos que se esfuerzan por ser buenos son solamente superficialmente buenos. Sólo pueden aparentar ser buenos, humildes, amables, misericordiosos y compasivos. ¿Cómo pueden ser realmente buenos y compasivos quienes no conocen la naturaleza del Ser y el carácter exacto de las cosas, y no pueden entender los sentimientos de otros? El gran amor del Jñani por todas las criaturas del universo no puede ser igualado por ningún amor o compasión de otra persona. El amor del Jñani es verdadero amor. Es sólo el Jñani el que puede servir y ayudar al mundo de la mejor forma posible, porque él sabe que todo es el Ser único, la Gran Existencia de Brahman. Sin saber esto, ¿cómo puede uno ser verdaderamente bueno y virtuoso? Un hombre que hace servicio sin tener conocimiento del Ser, no puede ser realmente desinteresado. ¿Cómo puede desembarazarse del egoísmo si no conoce la condición absoluta de la Existencia? ¿Cómo puede liberarse del egoísmo alguien que no siente ser uno con la Existencia misma? Sin el conocimiento del Ser, no se pueden superar las ideas de ser uno el que actúa y el que goza.
El amor del Jñani es denominado amor universal. El amor del hombre mundano es amor físico. No ama a todos de la misma manera; hay parcialidad en su amor. El hombre ama y sirve sólo a aquellos que le gustan. No puede amar y servir a aquellos que lo odian, que siempre lo golpean e insultan. Esto se debe a que no tiene conocimiento del Ser. El Jñani ama a todos por igual, porque el suyo es amor trascendental. Él ama a otros porque ama a su propio Ser. Sólo él existe en todas partes.
7. El sabio liberado, el príncipe de los ascetas que ha conquistado al enemigo, la ignorancia, que ha conocido el secreto de la verdadera felicidad, usa las palmas de sus manos como escudilla y duerme alegremente al pie de un árbol.
El Jivanmukta no siente la necesidad de aferrarse a lo que genera placer para el cuerpo físico. La palma de la mano es su escudilla, la tierra, su lecho, y el cielo, su ropa. No se esfuerza por adquirir ningún objeto limitado en espacio y tiempo. Su conciencia absoluta, debido a su naturaleza de incluir todo, atrae esa parte de la existencia universal donde yace el objeto que necesita su existencia personal. Inmediatamente, como el destello de un relámpago, las cosas que necesita fluyen hacia él como los ríos fluyen hacia el océano, porque él es su verdadero Ser. El hombre de sabiduría realiza sin actuar, goza sin desear. No necesita ordenarle a nadie, porque él ya es el Ser de aquél al que puede querer ordenar. Él no instruye ni ordena a nadie, porque es el ser esencial de todo con lo que puede tener que lidiar. Ni siquiera los dioses pueden impedirle hacer nada, porque él es la realidad interior incluso de los dioses. Él es el Svarat glorioso o el Ser rey, y está más allá de toda comparación. Ha alcanzado la cima de la perfección y el mundo entero es una parte de su cuerpo.
8, 9. El sabio no se preocupa por la crítica pública. Mantiene una mente fría incluso si lo asaltan. Él bendice a aquellos que lo persiguen. Contempla sólo a su propio Ser en todas partes.
El Jivanmukta se unifica con los principios cósmicos de evolución — sonido, tacto, color, gusto, olor, forma y nombre. Todo lo que sucede es el juego de su propio Ser. Crítica e insulto, golpes y asalto son los movimientos de la sombra de su Ser. Él bendice a aquellos que lo maltratan e injurian. La Conciencia permanece siempre sin que la afecte ninguna clase de virulencia y cambio. Experimenta los objetos de la Conciencia interior como sus propias formas manifestadas debido a pasados deseos. La condición perfecta, donde el pensamiento se vuelve inmune al engaño de las formas externas del universo, es liberación aún si las formas persisten en entra en la esfera de la visión del Jñani. Él las controla; ellas no lo controlan a él. Las fuerzas del universo son sus amigas, no sus enemigas. Ellas actúan de acuerdo a su voluntad, porque su conciencia individual está en armonía con la conciencia universal. Él no siente ni dice, “Debería haber sido así; no debería haber sido asá,” porque realiza la validez absoluta y la perfección de todos los movimientos de la naturaleza en concordancia con la ley eterna.
10. Aquél cuya mente no se hunde ni flota en medio de sufrimientos y placeres, es en verdad un sabio liberado. Identificándose con Brahman, él ha hecho que su mente se vuelva completamente inactiva.
La ilusión ha desaparecido para el Jivanmukta. El sentido de necesidad es aniquilado de una vez por todas mediante la experiencia inefable de la realización del Ser. Su único deleite está en el Ser, porque él es verdaderamente consciente de vivir, moverse y tener su existencia en la Existencia Divina. La intuición trascendental, la cual le ha dado la realización de su unidad con Brahman, le da también la realización de ese mismo Brahman en todos los seres. Su vida, por lo tanto, se vuelve una vida de servicio a la luz del conocimiento del Ser único en todo. El realiza el Jñana-yajña, el sacrificio del Ser en el Conocimiento de Brahman. Brahman ofrece a Brahman en Brahman mediante la acción de Brahman. Es una fusión gozosa de uno con Brahman. Es una experiencia del ser directa e inmediata por naturaleza; no se la puede entender, pensar o sentir, ni se puede hablar de ella.
11. El Jivanmukta tiene conciencia del cuerpo en la forma de un Samskara; el Videhamukta no tiene conciencia del cuerpo.
El Jivanmukta se funde en Brahman del mismo modo en que el hielo se funde en un océano de agua. “Sabiendo que Aquello está en todo, el sabio, al dejar este mundo, se vuelve Inmortal. Cuando uno se despoja de todos los deseos del corazón, el mortal se vuelve Inmortal. Él alcanza a Brahman aquí mismo. Alcanzándolo, los videntes que están satisfechos con el Conocimiento, que son almas perfectas. Libres de pasión, tranquilas — obteniendo a Aquél que es universalmente omnipresente, esas almas devotas y sabias entran en el Todo mismo. Aquellos que han realizado el significado del conocimiento de Vedanta, los sabios cuya naturaleza ha sido purificada mediante Sannyasa y Yoga, y que están en el estado de Brahman, al final del tiempo, se liberan de la muerte. Se han ido las quince partes según su estación; también se han ido a sus correspondientes divinidades todos los órganos sensorios. Las propias acciones y el ser que consiste en Inteligencia, todo se unifica en el Imperecedero Supremo. Así como desaparecen las corrientes de los ríos en el océano abandonando nombre y forma, también los hombres sabios, habiéndose liberado de nombre y forma, alcanzan al Ser Divino, que es más alto que lo más alto. Aquél que conoce a este Brahman Supremo, en verdad, se convierte en Brahman. Él supera el sufrimiento. Supera el pecado. Entonces, libre de los nudos del corazón, se vuelve Inmortal” (Upanishads).
El sabio Vasishtha le dice a Rama que un Videha-Mukta no necesariamente se disuelve en el Brahman Absoluto. Si lo desea, puede fundirse en la Existencia de Satchidananda; pero si quiere permanecer como un individuo meramente como un juego, y brillar como el sol de un universo o gobernar como Vishnu o convertirse en Brahman o Shiva. Puede convertirse en un individuo universal como Krishna o Vasishtha quienes son idénticos con Brahman pero aún así asume cuerpos para el solaz del mundo. Si en algún momento quiere ser un individuo, él puede existir como el Absoluto dondequiera que le guste. El estado liberado no está limitado solamente a la Indivisibilidad e Inmutabilidad, porque el Absoluto es ilimitado y está libre de asumir forma alguna. Pero esta voluntad formativa no es como la voluntad inconsciente del Jiva que se alta involuntariamente a la individualidad. El juego consciente formativo del Absoluto es completamente libre y actúa voluntariamente. El Videha-Mukta es Brahman mismo; de modo que vive y actúa como el Absoluto.
El Jñani alcanza Sadyo-Mukti o salvación inmediata. Para el Jivanmukta que ha realizado que no hay nada en ningún lugar excepto Brahman, no hay partida del alma, como en el caso de otros individuos. ¿Adónde puede ir su Ser? No hay espacio donde el Ser no esté; de allí que no vaya a ninguna parte. Se funde en Sí Mismo aquí solamente. Mukti no es algo que uno deba alcanzar. No está lejos, para ser obtenido. Es el mismo Ser; por lo tanto, su mero conocimiento o realización es en sí mismo Mukti. Todo es Brahman solamente en los tres períodos de tiempo. No hay esclavitud ni sufrimiento. En lenguaje empírico, la conciencia de esta Verdad se llama Liberación.
Los Brahmasutras tratan el tema de la posibilidad de un retorno del liberado a la tierra en una nueva existencia. Sabios como Apantaratamas, etc., a pesar de poseer el más elevado Brahma-Jñana, volvieron a la existencia corporal. Hacen eso con el fin de cumplir una misión para el bien del mundo. Cuando esta misión se completa, ellos existen una vez más como el Absoluto. El Señor Krishna dice que a pesar de no tener forma, nacimiento ni muerte, Él asume formas en cada era para la elevación del mundo.
Tales encarnaciones no son el efecto de Prarabdha Karmas sino manifestaciones conscientes del Absoluto Supremo en el plano de la relatividad. Los Upanishads también indican la libre voluntad del alma liberada, cuando dicen que ésta adquiere total libertad en todos los mundos. Lógicamente, el estado supremo de Moksha es la fusión de la conciencia individual en la Conciencia Absoluta. Existencia Eterna, Conocimiento Infinito y Beatitud Inmortal es Moksha o Emancipación Final.
Swami Sivananda