Si alguien viniera a mí y me dijera que “estoy buscando la verdad o la realidad,” ¡yo le diría que está buscando lo que ya es! Por lo tanto, es una tontería continuar con la búsqueda. El único lugar donde se inició la búsqueda fue en la mente. No puede iniciarse en ningún otro lugar y no puede continuar en ningún otro lugar que en la mente. Cuando me doy cuenta, o cuando se me señala que es una tontería continuar con la búsqueda en la mente, ¿qué puede ocurrir?
Si te digo, “Punto y final, la búsqueda ha terminado”, ¿qué haces? ¿No habría una pausa? En esa pausa, ¿no habría una realización de que no he desaparecido, que no me he desmoronado, ni desintegrado, que todavía estoy aquí, sin esa mente pensante? Entonces, puede haber un destello de comprensión de que todo lo que aparentemente creemos depende de la mente. Sin la mente el funcionamiento sigue ocurriendo, aún sigues respirando, oyendo, viendo, pensando, gustando, tocando y oliendo.
La vida sigue ocurriendo sin que la mente parezca dirigir el show, lo que ha hecho durante años.
Una vez que ese destello está ahí, que el funcionamiento está ocurriendo, es visto como un lugar de quietud. Este es el objetivo del meditador: aquietar la mente para alcanzar ese lugar de quietud. Yo digo que este es un camino equivocado, porque tienes que usar la mente para aquietar la mente, y todo lo que hay es un conflicto en la mente. Es un pensamiento luchando contra otro pensamiento. Es como venir aquí a buscar tu reloj cuando sabes que lo dejaste en la cocina. Es una tontería mirar aquí. En los veinte o treinta años que has estado buscando una respuesta en la mente, nunca la has encontrado.
Sin embargo, tu no eres un idiota porque has resuelto un montón de problemas por medio de la mente. Pero no has encontrado la respuesta a la vida en la mente. Sin duda, debe llegar un momento en que te das cuenta de que es inútil buscar en la mente. Sobre todo cuando las tradiciones dicen que la respuesta no está allí.
Vuelve a la única realidad de la que estás absolutamente seguro, el hecho de tu propio Ser. Todo lo demás es un concepto mental. Pero no puedes negar que tú eres, no puedes negar tu Seidad.
Permanece con esa Seidad o pensamiento “Yo soy”, que es lo más cercano que puedes llegar al estado de ser con la mente. Este es el pensamiento primario. Permanece con él, vuelve a él.
Siempre que la mente se aleje hacia “Yo soy esto” o “Yo soy eso”, simplemente vuelve a “Yo soy.” Además, ten una conciencia afectiva de ser sólo “Yo soy”, sé afectuoso hacia esa “Yo soydad”.
Ama esa “Yo soydad”, que es el primer punto por donde la mente entra en ella. Te darás cuenta después de un tiempo de que no tienes que decir “Yo soy” para saber que eres.
Lo has sabido todo el tiempo: tu no vas por ahí diciendo “Yo soy, Yo soy” repetidas veces. Todavía sigues funcionando, la vida todavía continúa, otros pensamientos van llegando, otras actividades se llevan a cabo, pero todo vuelve al sentido de presencia que se expresa a través de la mente como el pensamiento “Yo soy”. Esta es la única realidad que no puedes negar.
Mira más de cerca al “Yo soy”. No es “Yo era” ni es “Yo seré”. Está expresando esa presencia. Es pura presencia. ¡”Yo soy” presencia!, no el pasado, ni el futuro. La realidad es siempre ahora. No tienes que utilizar el término “Yo soy”.
Verás que el pensamiento primario “Yo soy” es demasiado sutil para la mente de aprehender, así que la mente agrega: “Yo soy esto”, “Yo soy eso”, “Yo soy el miedo”, “Yo soy la ira”, “Yo soy la ansiedad”, “Yo soy la depresión”, o lo que sea. Sólo hay que ver estos pensamientos como la expresión de esa presencia. Entonces, ¿tú qué debes ser?, tú debes ser esa presencia. Esto es todo lo que hay. Todo es presencia. Todo es Eso.
LIBRO: Lo que es…Sailor Bob Adamson