¿En un columpio, hasta dónde llegan los viajeros tras semejante viaje aéreo? Resulta evidente que, aunque hayan viajado durante varias horas, tendrán que volver al mismo sitio donde emprendieron su viaje. Se trata pues de viajes absolutamente ficticios, porque aunque el movimiento sea muy intenso, el columpio nunca sale de sus propios límites. Sólo falta que un simple caracol se riera de los viajeros debido a que, pese a su velocidad incomparablemente inferior, en ese tiempo ya haría rato que habría salido de los límites del columpio.
¡Dichoso aquél que pueda escapar de semejante columpio, porque en campo libre, con pocos pasos y en pocos minutos, podrá adelantar más que bamboleándose durante muchos miles de años!
Por eso, aquel que quiera volverse perfecto, que descubra la falta de sentido de toda la actividad de bamboleo del mundo.