Ambas afirmaciones son útiles, aunque en última instancia el mundo no existe. Esa afirmación es un reflejo de la verdad absoluta.
La afirmación “el mundo no existe” refleja lo absoluto.
A quienes no pueden aceptar que el mundo no existe se les da un punto de vista inferior pero más práctico: y se les dice que el mundo es irreal, o que es una ilusión, o un sueño, etc.
Desde lo Absoluto no hay concesiones posibles: el mundo no existe, por lo tanto no hay ilusión, no hay maya, no hay sueño, no hay “esclavitud” o “dormir”, y por lo tanto tampoco hay “iluminación” o “despertar”. Este punto de vista elevado, reflejo de lo Absoluto, se ha expresado en palabras tanto en el Advaita como en Un curso de milagros, por ejemplo:
«No hay creación ni disolución, ni nacimiento ni muerte, ni esclavo ni liberado. Ésta es la verdad absoluta».
Gaudapada (en Karika, II, 32)
(La cita anterior de Gaudapada fue repetida también por Ramana Maharshi y otros, y anticipada en forma parecida por Parménides y probablemente otros).
Eso refleja la verdad tal cual, en términos absolutos. Lo Absoluto es puramente Sí Mismo y es lo que es eternamente, sin tiempo ni espacio, sin mundo de formas. Lo Absoluto no crea maya (ilusión), ni jamás duerme, por lo que jamás necesita despertar.
Pero desde el punto de vista del buscador, que percibe un supuesto mundo, resulta útil como antídoto la idea de que el mundo que percibe es una ilusión (carece de sentido negarlo totalmente mientras uno todavía lo percibe, pues esta actitud entraría en contradicción con todo, incluso con rascarse). De modo que se adopta el punto de vista provisional (inferior pero más práctico, más útil de momento) de que el mundo es irreal, es una ilusión o sueño. Y si es una ilusión, podemos percibirlo adecuadamente como antídoto para deshacerla: así la ilusión desaparecerá y la Realidad se revela, al igual que desaparece la serpiente y reconocemos la cuerda cuando cambiamos nuestra manera de verla, eliminando las superposiciones que parecen ocultar lo Absoluto.
Para la mente dual resulta inconcebible que el mundo que cree ver no exista. Por lo tanto, se requiere una sadhana o práctica previa, por ejemplo con ideas como que el mundo es irreal porque no tiene las características de lo real (no es eterno, inmutable, totalmente sereno, sin forma, etc). Mediante esa sadhana, pasamos gradualmente de la experiencia de que el mundo es ilusorio, a la realidad de que el mundo no existe porque solo Dios (lo Absoluto sin forma) ES. No hay nada más que Dios, el Ser sin forma, el inmutable y felicísimo Absoluto. Punto. No hay nada más. No hay sueño. No hay ni nunca hubo dualidad.
129. ¿Por qué Sri Sankara expuso la teoría de maya?
Él examinó el mundo en primer lugar desde el nivel de la mente genérica, para hacerlo coherente con las experiencias sutiles. Intentaba sólo demostrar la irrealidad del mundo grosero. ¿Cómo? Primero dividió la irrealidad en dos clases:
1- Aquello que nunca existe en absoluto, como los cuernos de una liebre o el hijo de una mujer estéril.
2- Aquello que aparece y desaparece, sujeto a condiciones y que depende de alguna otra cosa incluso para esa aparente existencia.
Sri Sankara encuadra el mundo en el segundo grupo, ya que no existe por derecho propio, sino que depende de la mente y los sentidos para su manifestación, y aparece sólo en un estado y desaparece en los otros estados. Así se dice que no es completamente irreal como los cuernos de una liebre, pero es irreal en el sentido de que algunas veces aparece y otras desaparece. Esto se llama maya, que se dice que no es ni completamente real ni completamente irreal.
Este punto de vista de Sri Sankara no ha sido correctamente entendido por muchos. Excepto en este contexto, Sri Sankara no habla en absoluto de maya. Su aproximación es aquí peculiar, ocupándose sólo del mundo grosero el cual trata de explicar relativamente en términos de lo sutil, o de la mente. Esto no está dirigido a los uttamadhikaris (devotos o estudiantes puros), que se aproximan a lo Absoluto directamente. Esto solo estaba pensado para los inferiores adhikaris(aspirantes espirituales de diferentes grados de comprensión), quienes no podían —ni siquiera en idea— trascender la esfera de la mente.
Examinando el mundo objetivo desde un punto de vista puramente subjetivo, uno descubre que el mundo objetivo como tal es inexistente, como los cuernos de una liebre. En este análisis, uno no necesita ninguna explicación del mundo en el plano dualista.
Pero cuando uno desciende un escalón de la posición subjetiva, puede ser necesario algún tipo de explicación para el mundo que aparece ahí. Es de este modo que se introduce la teoría de maya.
En esta aproximación a través de maya, sólo se toma el mundo grosero para su examen. Pero no es nunca lo grosero lo que te mantiene atado. Son sólo tus pensamientos y sentimientos los que realmente te atan. Debes examinar la totalidad del mundo exhaustivamente, o por lo menos su parte vital —a saber, la sutil, que está compuesta de pensamientos y sentimientos— para poder llegar a una solución satisfactoria.
(Sri Atmananda Krishna Menon, en Discursos espirituales, sección 129, págs. 69-70; negritas mías)
Dicho sea de paso, son muy recomendables los dos libros de Atmananda Krishna Menon que hay traducidos al español: “Discursos espirituales” y “Atma-Darshan“. Especialmente útil el primero porque su gran extensión (por encima de las 500 páginas) permite una gran cantidad de comentarios, en los cuales Atmananda clarifica casi 1500 temas, despejando muchas dudas posibles y tocando también algunos matices que no siempre se encuentran comentados en otros textos.
Del libro “Atma-Darshan” podemos citar aquí los dos versos finales, en los que Atmananda utiliza también este enfoque último según el cual el mundo no existe:
Capítulo 20:
XXIII: Luego surge la cuestión: ¿Quién tiene el sueño? La respuesta correcta es que nadie lo tiene y que nunca ha habido un estado de sueño.
XXIV: También el mundo del estado de vigilia, si se examina de manera similar, será encontrado como inexistente. Entonces uno recobra su verdadera naturaleza y deviene permanentemente estabilizado como pura Conciencia.
(Atmananda Krishna Menon en Atma-Darshan, 20, versos 23 y 24) (Puede que aquí no haya sido tan explícito y por eso haya quienes prefieran interpretarlo de otra manera —ya que aquí habla del estado de vigilia, no con la palabra “mundo”—, pero en la introducción de este libro (Atma-Darshan) indica explícitamente que en los capítulos 19 y 20 está usando el método o enfoque de que “no hay mundo en absoluto” (introducción, pág. 54)).
El mundo nunca ha existido realmente, igual que nunca hubo serpiente sino sólo la cuerda en la metáfora de la cuerda y la serpiente.
Como dice la Bhagavad Gita a su manera:
De lo irreal no surge el Ser. Lo real no puede dejar de ser. Bhagavad Gita II, 16.
Lo existente nunca puede dejar de existir, y lo no existente nunca puede llegar a existir. Este es el significado del verso. (Atmananda Krishna Menon en Discursos espirituales, sección 48, pág. 34).
De manera que nada irreal existe. El mundo no existe. El cuerpo, el tiempo y el espacio no existen. Pero como nosotros insistimos (en base a nuestra supuesta experiencia) que los percibimos, entonces los sabios nos dan indicaciones útiles a nuestro nivel, y según cada cual se dan explicaciones varias, todas ellas provisionales hasta llegar a lo último. Por ejemplo, Ramana decía que a unos se les habla de que no hay creación (mundo, etc); a los que no consiguen acoger eso directamente se les habla de creación instantánea (las cosas existen mientras las estamos percibiendo, desapareciendo el resto del tiempo como inexistentes); a quienes tampoco esto les parece con sentido, se les habla de que el mundo existe pero no es del todo real, semejante a un sueño. Y cuando preguntan que cómo es que existe el mundo, o cuál es su causa o su creador, se les da alguna de las versiones ofrecidas: por ejemplo que es un juego o danza de Dios (Lihla), o que es un producto de la ignorancia/ego, etc. Y así descendiendo se puede llegar a dar explicaciones incluso duales a los miles de personas que no están maduras para escuchar ideas más sutiles.
Tal como dicen Un curso de milagros y Sri Atmananda Krishna Menon entre otros, el mundo no ha sido creado por Dios realmente (al menos en el sentido de Dios=Absoluto) porque, por encima de todo, el mundo no tiene ninguna causa y no existe en modo alguno, excepto en nuestro sueño/locura dual (que también es inexistente en última instancia pero esto solamente el proceso espiritual lo revelará finalmente).
Y dado que las personas creemos percibir un mundo que en realidad no existe, no es exagerado que se nos llame locos como en Un curso de milagros, ni que se nos llame ignorantes como en Advaita. Y el antídoto para sanar nuestra locura, sueño o ignorancia puede incluir la idea de que el mundo sea una ilusión o sueño, para que podamos encaminarnos gradualmente hacia la postura final de reconocimiento de la verdad absoluta. A través de los antídotos o sadhanas (la práctica espiritual que estemos siguiendo), finalmente las superposiciones son eliminadas y, al desaparecer el velo, reconocemos lo que siempre ha sido: la verdad absoluta, lo inmutablemente eterno, que en realidad nunca se había ocultado, porque la verdad siempre sigue siendo eternamente que Dios ES. Este es el significado de “Nada real puede ser amenazado” y de “Lo existente(Dios/Absoluto) nunca puede dejar de existir“.Y si Dios no puede dejar de existir, quiere decir que no puede desaparecer realmente de nuestra Conciencia (pues no hay otra cosa que Dios Consigo Mismo, pura Conciencia), y por lo tanto queda claro que el mundo no existe. Nunca hubo otra posibilidad, porque la Verdad es Una y Dios ES.