Si examinamos nuestra existencia veremos que parece que hay algo que está empujando, algo que es una motivación fundamental que empuja la vida en todas las formas que adopta, una finalidad. Ésta es la de que todo tiende a crecer, todo tiende a desarrollarse.
Nuestra vida es como un proceso de actualización progresiva de un potencial infinito de inteligencia, energía y amor-felicidad.
La plenitud nunca viene como resultado de una adquisición, sino que viene como resultado de una plena actualización de nuestro potencial.
Lo exterior cumple para nosotros la función esencial de aportación de los elementos primarios necesarios para este desarrollo, para que yo pueda actualizar y para que al actualizar pueda construir.
Lo exterior es el suministro de materia gracias al cual lo que es mi facultad básica se convierte en algo concreto, se construye.
No puedo vivir otra plenitud que la que es consecuente a mi capacidad de comprender, de amar y de actuar.
La respuesta que yo doy depende de mí, la puedo crear yo. Por lo tanto puedo ser dueño de mis respuestas y es precisamente esta respuesta la que me desarrollará, la que me actualizará.
No tengo ningún otro modo de llegar a un desarrollo de algo si no es mediante el ejercitamiento de ese algo; mediante el ejercitamiento activo.
Nada puede sustituir a este acto de presencia.
Yo soy exactamente la resultante de lo que he ejercitado, ni más ni menos, como ser concreto.
Nuestra vida está construida sobre una creencia totalmente distinta. Nuestra vida esta construida sobre la creencia adquirida de que son las circunstancias y las personas que me rodean las que hacen que sea feliz o desgraciado.
Hemos edificado nuestra vida sobre la creencia de que es el exterior que me está dando o quitando felicidad, plenitud, etc.
Mientras yo esté esperando que los demás me den habrá siempre una manipulación de los demás para conseguir que me den, que me den afecto, que me den seguridad, que me den energía. Y cuando yo estoy empezando a vivir directamente lo que soy es cuando puedo empezar a abrirme a los demás de un modo auténtico, de un modo gratuito, sin una manipulación, sin seducir al
otro.
La existencia concreta está hecha sólo de cualidades positivas (energía, inteligencia y amor-felicidad) esto es la materia prima de la existencia y del ser humano. No hay otra cosa.
Las cualidades son substanciales, son substancia. Defecto es la menor presencia o la insuficiente presencia de una cualidad. Al ponerle un nombre cosificamos, convertimos en cosa algo que no es cosa, sino que es un modo de ver lo otro, es una menor presencia de lo otro.
Por esto en primer lugar conviene ver que lo que llamamos defectos es solamente un insuficiente desarrollo en nosotros de las cualidades.
No se puede luchar contra algo que no existe. Lo único que tiene sentido es luchar a favor de lo que sí existe, y en la medida que yo lucho a favor, es decir que ejercito más y más la inteligencia, la afectividad y la energía, eso que llamaba defecto desaparece.
Todos nuestros problemas psicológicos derivan de este insuficiente desarrollo de nuestras cualidades.
Antonio Blay