Pregunta del interlocutor a Nisargadata. Señor, ¿de qué utilidad es para mí que me diga que la realidad no puede ser encontrada en la consciencia? ¿Dónde más puedo buscarla? ¿Cómo la aprehende usted?
Respuesta de Nisargadatta. Es muy simple. Si yo le pregunto cuál es el sabor de su boca, todo lo que puede decir es: no es ni dulce ni amargo, ni ácido ni soso; es lo que queda cuando todos estos sabores no son. Similarmente, cuando todas las distinciones y reacciones ya no son, lo que queda es la realidad, simple y sólida.