La palabra “aleluya” significa alegría, regocijo del ánimo. Procede del hebreo “load a Yah”. Es una antigua exclamación de regocijo y alabanza con la que comienzan y termina alrededor de 24 salmos. Originalmente era pronunciada por el cantor, el sacerdote y los levitas, y luego repetida por el pueblo.
Esta exclamación es aplicada y muy común en el judaísmo y también en el cristianismo. Para la mayoría es la palabra más alegre para alabar al Creador.
Esta palabra se encuentra muchas veces en el Antiguo Testamento, principalmente en los salmos, es decir, salmos de alabanza, pero a menudo se traduce por “Alabad a Jehová (Jah)” o “Aleluya”.