Los diferentes yogas: BHAKTI YOGA

“Bhakti es un amor intenso por Dios”. “Cuando un hombre lo al­canza, ama a todos los seres y no odia a ninguno; queda satisfecho para siempre”. “Este amor no pue­de ser reducido a ningún beneficio terrenal”, porque mientras perduran los deseos mundanales, esta clase de amor no llega.

Nárada

No hay virtud más elevada que el amor,

no hay tesoro mayor que el amor.

No hay Dharma más grande que el amor,

no hay religión más elevada que el amor,

el amor es la Verdad

El término “Bhakti” viene de la raíz “Bhaj” que significa “estar unido a Dios”.

Bhakti es la forma suprema de amor. Es el amor por el amor, sin ninguna expectativa egoísta.

Bhakti es de la naturaleza del néctar. Es la expresión espontánea de amor divino, puro y desinteresado. Es la emoción sagrada más alta con sentimientos sublimes que une a los devotos con la divinidad.

Bhakti eleva la mente a las alturas magnánimas,  es la llave maestra para abrir las cámaras de la sabiduría, Su práctica culmina en conocimiento, en la realización del Ser Interno y la unión de éste con el absoluto.

Bhakti comienza en dos y termina en uno.

 

CÓMO PIENSA UN BHAKTA

Este mundo ha surgido del amor, existe en el amor y se disuelve en última instancia en el amor.

Para un bhakta, el que utiliza la práctica del Bhakti Yoga, Dios es la encarnación del amor. En cada centímetro de su creación, puedes comprender en verdad su amor.

Una vida sin amor, fe y devoción sería un desperdicio. Es la verdadera muerte. El amor es divino. El amor es el poder más grande del mundo. Es irresistible.

Sólo el amor puede realmente conquistar el corazón de una persona, someter al enemigo y domesticar a los animales salvajes. Su poder es infinito. Su profundidad es insondable. Su naturaleza es inefable. Su gloria es indescriptible.

 

LAS ETAPAS DEL BHAKTI

La gran ventaja del bhakti es que constituye el camino más fácil y más natural para alcanzar el gran fin divino que nos proponemos; su gran desventaja está en que, en sus formas inferiores, frecuentemen­te, degenera en un deformante fanatismo. Los gru­pos de fanáticos en el hinduismo, el islamismo y eI cristianismo, han sido reclutados, casi exclusivamen­te, entre ese tipo de fieles que se halla en los planos.

Las mentes débiles y poco desarrolladas, en toda reli­gión o país, no tienen más que una manera de amar su propio ideal, esto es, odiando a todo otro ideal.

Esta clase de amor, a veces, se parece al instinto canino que protege la propiedad de su amo contra los intrusos; solamente que el instinto del perro es mejor que ]a razón del hombre, por cuanto el perro jamás toma a su amo por enemigo, aunque se presente ante él bajo cualquier traje.
El mismo hombre que es amable, bueno, honesto y afectuoso para con los que comparten su opinión, no vacilará en cometer los actos más viles contra otras personas ajenas al grupo de su herman­dad religiosa.
Pero este peligro no existe sino en la etapa del bhakti llamada preparatoria (gouni). Cuando el bhakti ha madurado, cuando ha pasado a ese grado que se llama supremo (para), no hay que temer más ninguna de esas odiosas manifestaciones de fanatis­mo; el alma que es invadida por esta forma superior de bhakti, está tan cerca de Dios en su aspecto de Amor que no puede convertirse en un instrumento para la difusión del odio.

Todas estas formas fanáticas de religión encuentran muy pronto que no les queda más que una cáscara vacía, un montón de palabras y de sofismas sin contenido, tal vez con un ligero sabor a esa clase de barredora social llamada espíritu de reforma. La gran mayoría cuyas religiones son así, consciente o inconscientemente, son materialistas, puesto que la finalidad y la meta de su vida. aquí y en el más allá, es el placer.

Una onza de práctica de rectitud y de propia realización espiritual, vale más que tone­ladas de charla frívola y sentimientos absurdos.

 

LA DEVOCIÓN Y EL DESEO

El deseo limita el crecimiento de la devoción. La devoción se intensifica cuando se renuncia a los deseos.

La renuncia es la verdadera esencia del amor devocional. En el amor divino no existe ningún deseo.

La excitación emocional no es devoción, la devoción es amor puro. El fanatismo tampoco es devoción; es esquizofrenia, una mera excitación.

La devoción no puede coexistir con ningún tipo de deseo, ni siquiera con el deseo de liberación.

 

EL AMOR LA BASE DEL BHAKTY

El amor, une los corazones de todos. Es un bálsamo divino curación mágica.

El amor es la vida, la felicidad y el calor. Es un cordón de oro que ata un corazón a otro.

Vivir es amar. Amar es vivir. Vives para aprender a amar. Amas para aprender a vivir en lo Eterno.

No hay religión más grande que el amor, pues el amor es la Verdad. En cada partícula de la creación puede contemplarse verdaderamente el amor. Es el camino más inmediato hacia la Realización del Ser. Es el principio vital de la creación. Es la más elevada expresión del poder del alma.

El amor fue la fuerza motora de los grandes sabios de la Humanidad.
El amor es una varita mágica en manos del estudiante de Yoga con la cual puede conquistar el mundo entero.

 

ALGUNAS FORMAS DE DESARROLLAR BHAKTI YOGA

  • Enfócate a tu corazón y siente la forma suprema del amor.
  • Realiza toda acción que despierte la emoción de Bhakti en ti.
  • Reserva un lugar adecuado en tu casa para las diferentes prácticas de Bhakti.
  • Realiza Satsanga, reunión para cantar mantras.
  • Practica la oración y la meditación para llenar tu mente de armonía.
  • Mantén una conducta adecuada y práctica la no violencia para aportar paz a tu corazón.
  • Renuncia: es la verdadera esencia del amor devocional.
  • Enciende la luz del amor en tu corazón. Ama a todos. Incluye a todas las criaturas en el cálido abrazo de tu amor.

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