Cuando ella danza no piensa
y si piensa no danza,
mas cuando no piensa
lo único que le pide el cuerpo
¡es danza!
Pues la Iluminación te lleva a estados casi de locura, haciéndote gritar, girar, reír-llorar, reír-bailar. El que es absorbido por el Samadhi, como persona, dejó de existir. Ese hombre que creía ser muere fulminado ante la Nada del que ES y ya nunca más reconoce aquel sí mismo que fue.
El Samadhi le da al hombre la experiencia de morir viviendo, sintiendo realmente como el rayo de la muerte lo aplastó para instantes después resucitarlo, sucediendo todo en segundos,los segundos más alucinantes de la vida de un hombre.
Y esa aparente locura no se deriva de un desorden mental, no, hablamos de AQUEL QUE MATÓ LA MENTE, ese que mirarías con extrañeza, incluso miedo, pues cualquiera que con su mente hiciera por comprender la actitud del que está viviendo un Samadhi pensaría que ante sí tiene un loco, un loco sin igual.
(¡Y sigamos danzando!)
Hyn Soy