Cuenta esta historia que un joven de la ciudad se fué al campo y le compró un burro a un viejo campesino, por $ 100.
El campesino acordó entregarle el animal al día siguiente, pero al día siguiente el campesino le dijo:
– Lo siento hijo, pero tengo malas noticias… el burro murió.
– Bueno, entonces devuélvame mi dinero…
– No puedo, ya lo he gastado…
– Bien… da igual, entrégueme el burro…
– Y ¿para qué?… ¿Qué va a hacer con él?
– Lo voy a rifar.
– ¡Estás loco! ¿Cómo vas a rifar un burro muerto?
– Es que no voy a decir a nadie que está muerto, por supuesto.
Un mes después de este suceso, se volvieron a encontrar el viejo vendedor y el joven comprador.
-Que pasó con el Burro?
– Lo rifé, vendí 500 rifas a $ 2.- y gané $998.-
-¿Y nadie se quejó?
– Sólo el ganador… pero a él le devolví sus $ 2.
CONCLUSIÓN:
éste es un ejemplo de cómo convertir una situación desfavorable, en un éxito.