DIOS
1. ¿Quién es Dios?. Dios es Aquel que transciende todo lo que nosotros percibimos. Si Él transciende al mundo, ¿Cómo puede haber una relación entre El y el mundo?. No hay, en efecto, ni una sola partícula aquí, que no esté ligada a Él. Entonces, ¿Qué significa que Él “transciende el mundo”?. El mundo, esto quiere decir nosotros mismos y lo que nosotros percibimos. En otras palabras, los seres animados e inanimados juntos forman el mundo. Entre estas categorías, consideramos que los seres conscientes son superiores. ¿Qué decir de Aquel que creó todos los seres?. Lo único que nosotros podemos comprender es que Él está más allá de las categorías de seres que nosotros conocemos. Nuestra razón no puede ir tan lejos. Nuestro creador es por tanto superior a nosotros, y no puede ser aprehendido por la razón. Su nombre Kadawul (Ser Transcendente), significa que Él sobrepasa nuestra razón.
2. Entonces ¿no puede Dios ser conocido por nosotros?. De ninguna manera es así, ya que en un sentido, Él se deja conocer por nosotros, y ese don de Su Gracia debe sernos suficiente. Nosotros no tenemos necesidad de toda Su grandeza. Él no ha hecho conocer suficiente de ella, para que nuestro sufrimiento sea suprimido. No hay razón para que Él revele ni un ápice mas de su poder, ya que no es necesario más para remediar nuestras carencias en el estado presente. Es así como Él se hace conocer según nuestras necesidades. Él está por lo tanto, de esa manera y a ese nivel, al alcance de nuestro conocimiento.
3. ¿Qué es aquello, entonces, que nos permite tenerle al alcance de nuestro conocimiento?. El hecho de que Él es conocido en tanto que Ser-Consciencia-Beatitud (Sat.Chit.Ananda). El Ser (Sat), designa lo Imperecedero, aquello que Es, para toda la eternidad. Si Él llegara a dejar de ser, aunque solo fuera un momento, ¿Quién sería su destructor?. ¿Quién le ha creado?. La naturaleza perecedera de todas las cosas nos enseña que Todo es dirigido por el Uno imperecedero. Este Señor de los señores, inmortal, es Dios. Su naturaleza imperecedera es el Ser (Sat).
Por consciencia (Chit), hay que entender Conocimiento. Conocimiento absoluto, opuesto al conocimiento ordinario sujeto al error. Ni la irregularidad ni el error no pueden ensuciarlo. Es el Conocimiento puro y simple. Aquel que esta en el origen de la Creación, tan perfecta y ordenada, incluso entre los seres inanimados, nos enseña frecuentemente así: “tu conocimiento es irregular y erróneo”.
Una historia célebre nos cuenta el asombro de un no-creyente ante uno de los prodigios de la naturaleza: “¿Por qué ha hecho La tan pequeña la semilla del árbol bayam que es tan grande?. Un sistema o incluso los objetos inanimados estén ordenados y tienen una función útil, están necesariamente dirigidos por un poder consciente. ¿Puede un simple objeto inanimado hacer algo que revele el conocimiento infalible? ¿Y nuestro modo de conocimiento imperfecto, lo puede?. No, no es posible. Es por eso que se dice que Dios es consciencia (Chit).
La Beatitud, o Felicidad (Ananda), es el estado libre de deseos. Es la plenitud de paz. Si El tuviera todavía el menor deseo, ¿Cómo podría El ser mejor que nosotros mismos?. ¿Cómo podríamos nosotros obtener de Él la felicidad?. El mismo tendría entonces necesidad de otro ser para satisfacer sus deseos. Pero ¿Quién puede concebir a un Dios así?.
El estado de satisfacción interior caracteriza la felicidad. Es porque Él es Felicidad, o Beatitud (Ananda).
Ser, Consciencia y Beatitud son inseparables. Individualmente, no tienen ningún valor. Es por estas esencias que Él es conocido en tanto que Ser-Consciencia-Beatitud (Sat-chit-ananda).
4. Aquel que ha realizado el cuarto estado y ve todo como Uno, ese conoce verdaderamente a Dios en tanto que Ser-Consciencia-Beatitud. Las palabras no pueden expresar, ni los oídos pueden escuchar, hasta que punto un ser tal está unido a Dios; es una cuestión de realización; y existen vías y medios para una realización así. Esas vías y medios pueden ser enunciados, aprendidos y puestos en practica. Aquel que puede realizar esto, es Dios.
5. El no tiene nombre; nosotros Le damos un nombre. El no tiene forma; nosotros Le damos una forma. ¿Es esto rechazable? ¿Qué nombre no es el suyo? ¿Qué forma no es la suya?. ¿Cuál es el sonido, la forma en la que El no se encuentre?.
Por eso, en ausencia del verdadero conocimiento de lo que Él es, tu puedes nombrarle como prefieras, o imaginarle bajo la forma que te convenga mejor para mantener Su recuerdo. Toda esperanza de obtener Su Gracia sin ningún esfuerzo, es completamente vana. Si fuera posible obtener Su Gracia de esta manera, todo sería parecido, no habría ninguna razón para que existiesen diferencias. Él nos ha mostrado las vías y los medios. Esfuérzate, llega al final; sé feliz; tu pereza y tu egoísmo te hacen esperar Su Gracia sin ningún esfuerzo, pero la regla es tan válida para ti como para todos. No relajes tus esfuerzos. Dios no puede ser realizado mas que por tu esfuerzo.
6. Es un esfuerzo que sobrepasa todos los demás. Puede parecer menos eficaz que la devoción a Dios con nombre y forma. Sin embargo, es más eficaz: es simplemente el amor que tu llevas a todos los seres, para lo mejor y para lo peor. En ausencia de un amor tal para todos, tu devoción hacia Dios no es mas que una parodia. ¿Qué sentido tiene esto para Dios, si tu buscas con ello la satisfacción de tus deseos, sin cumplir tu deber hacia los desdichados?. Ahí no hay mas que puro egoísmo. No hay lugar cerca de Dios para las personas que son de esa manera egoístas; solo los actos desinteresados pueden tener lugar. Por consiguiente, sabiendo que él está en el centro de toda cosa, dedícate a Él. Dios es Aquel que suscita la más alta devoción.
7. A medida que tú atribuyes nombres y formas a Dios, dando prueba con esto de amor por todos los nombres y formas; habiendo comprendido que son todas Suyas, tu mente va a madurar progresivamente. De igual manera que el sabor de una fruta mejora a medida que madura, lo mismo en ti ocurrirá el crecimiento del bien y el declive del mal. En un cierto estadio de maduración mental, llegará el momento en el que te será necesario encontrar a tu maestro. Eso no significa que tengas que ir en su búsqueda, o él en la tuya. En un momento dado, el encuentro tendrá lugar, cada uno habiéndose dirigido ahí a su manera. Es la complementariedad de ambos la que os llevará a juntaros, la que establecerá tu confianza él, él adaptará su enseñanza para ti, y te hará apto para seguirla. Realizar el cuarto estado, es la vía directa para ir a Dios. Tú seguirás la vía y llegarás a su meta que es Ser-Consciencia- Beatitud, que es Dios.
8. La vía enseñada por el maestro es definitiva, directa; dirigida hacia la Unidad, ella es natural y sin artificios, comprobada desde hace mucho tiempo, no dolorosa. Cuando estás en esta vía, no puede haber ya mas duda, ni miedo: el miedo y la duda, ¿No son las características de las vías de las tinieblas? ¿Cómo la duda y el miedo podrían encontrarte en la vía de la Verdad que enseña el maestro?.
De esta manera la vía te hablará de si misma, indicándote el buen camino. Entonces no te quedará mas que encontrar a tu maestro y aprender de él. Esta vía os es común a los dos, por la Voluntad de Dios. Antes que tú, tu maestro la ha recorrido. Él te mostrará el camino y tu le seguirás. ¿A cuantas personas enseñarás tú ese mismo camino? ¿Cuántos más lo seguirán después?. Evidentemente, el miedo y la duda no tienen lugar en la vía de la Verdad. Una vez que hayas dado un paso adelante, ya no regresarás más. La ayuda del maestro es eficaz únicamente para este primer paso. No tienes necesidad de hacer nada para que la vía te sea enseñada por tu maestro. Debes saber que él, es el mensajero de Dios, enviado para revelar la vía a aquellos que están preparados, que han madurado por sus propios esfuerzos, realizados hacia una u otra de las dos direcciones de las que hemos hablado. Es Dios el que envía este mensajero divino cuando el grado de madurez suficiente se ha conseguido.
9. La práctica con fe, pero sin Conocimiento, se lama Bhakti; la misma, con Conocimiento es llamada Jñana.
Hay dos tipos de Bhakti: uno es la devoción a Dios con nombre y forma, el otro es el amor por todos los seres (Karma).
Jñana también se divide en dos: la práctica de la vía justa enseñada por el maestro, llamada yoga, y el estado que resulta de ello que es puro Jñana.
Es natural creer en algo que no se ve, para finalmente encontrarlo. Aquellos que no creen no encuentran nunca. Los creyentes, tarde o temprano, lo lograrán, los no creyentes nunca. Tú puedes creer incluso por la única razón de que la Fe en Dios no hace ningún daño. Recibirás de ello tu parte de efectos benéficos. Este mundo existe únicamente para suscitar en ti la Fe. He aquí el objetivo de la creación. Ten fe, y podrás llegar a Dios.
10. Incluso si no crees todo lo que se dice de Dios, cree al menos que “hay Dios”. Esta semilla manifestará un gran poder cuando crezca, hasta el punto de que puede negar todo y llenar todo por si misma. Su omnipotencia es tal que no veras nada mas que Dios, ni si quiera te verás a ti mismo. En verdad, Dios es Todo.
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ELLÂM ONRU (I) Todo es Uno, Srî Râmana Maharshi (1879-1950), lo citaba y lo recomendaba a menudo