“Hay un río que fluye por su cauce. En el cauce hay una roca.
El río se encuentra con la roca y pasa por encima y por los lados bañándola y cubriéndola por completo. Y entonces se da un intercambio entre el río y la roca.
El río continúa fluyendo y la roca continúa en su quietud.
La roca deja que el río fluya. El río deja que la roca sea.
Ambos mejoran y cambian con este encuentro.
El río continúa con su movimiento. La roca prosigue en su quietud”.
El rio es tu vida, la roca eres tu
Jean Klein: La sencilled de Ser