Gangaji una de las voces más poderosas que intentan que la verdad eterna siga siendo escuchada y autoreconocida como la naturaleza real del anhelante buscador.
De origen americano primero desplegó toda su energía en la búsqueda de plenitud a través de las experiencias fenoménicas, como ocurre en la inmensa mayoría de los casos, para después revertir la dirección de esa energía y empezar a aliviar la infelicidad subyacente por medio de la búsqueda espiritual. Y, también como en la mayoría de los casos, la búsqueda fue dando rodeos por los meandros de la psicoterapia, la astrología, meditación, canalizaciones
hasta reconocer que, a pesar de todos los esfuerzos, el sufrimiento psicológico no desaparecía. Es entonces, a través de la rendición, como sus ruegos por encontrar un verdadero maestro le llevaron a India donde conoció a Papaji. Él le mostró que la paz inmutable de nuestro verdadero ser subyace y sostiene nuestra historia personal y que la atención debe dirigirse a ella aquietando la agitación que produce, precisamente, la focalización en esa historia siempre cambiante.
Después de un tiempo Papaji le pidió que fuera “de puerta a puerta” hablando a otros buscadores de su propia experiencia. Le otorgó el nombre de Gangaji y así comenzó su vocación de incansable transmisora de la verdad, de aquello que somos más allá de cualquier contingencia. Esta frase de Gangaji resume este breve apunte biográfico: “Antes de Papaji yo no tenía una vida. Tenía una historia de sufrimiento. Había momentos de placer, e incluso de dicha, pero seguía siendo una historia de sufrimiento. Al conocer a Papaji perdí mi historia y gané mi vida”.
Desde ese encuentro en 1990 con Papaji hasta hoy la actividad de Gangaji en pro de la transmisión de la verdad ha producido innumerables encuentros, viajes, una fundación con interesantes actividades entre las que cabe destacar “el programa de prisiones” y, en nuestro país, dos recientes encuentros y tres libros publicados que a continuación reseñaremos.
Si han conocido a Gangaji en algún encuentro o a través de vídeos enseguida verán una personalidad carismática, atrayente y que tiene el don de crear un ambiente favorable para que la comunicación de corazón a corazón se produzca. Y la otra característica es que, sea cual sea la cuestión planteada por sus comunicantes, Gangaji sabe conducir el tema para llevarlo al terreno de la verdad más alta y allí “desenfundar la espada del discernimiento” para cortar de raíz las ilusiones inagotables de nuestras historias personales.
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