Algunas magias antiguas y supersticiones atribuidas a esta noche de San Juan.
- Si madrugas el día 24, ya no pasarás sueño el resto del año.
- Si la noche de San Juan te pones bajo una higuera con una guitarra, aprenderás a tocarla de inmediato.
- Si quemas un papel con las cosas que quieres olvidar, conseguirás bienestar durante todo el año.
- Quien se bañe en el rocío de la noche de San Juan, quedará bendecido durante todo el año.
- Si eres soltero o soltera y el día 24 por la mañana te asomas por la ventana, verás pasar al amor de tu vida.
- Meterse en el mar de espaldas mirando la luna y totalmente desnudo, proporciona a quien lo haga la capacidad de obrar prodigios.
- Multitud de plantas y árboles como la ruda, el helecho, el nogal o el roble, incrementan sus poderes y se pueden utilizar como amuletos
- En general, todas las aguas tienen algún poder, ya que esa noche las aguas están bendecidas por San Juan.
- La joven que sale al amanecer y se encuentra con un perro su marido será un goloso perro durante su vida.
- Al salir, después de las 12, se encuentra con un gato negro es mala suerte para el futuro, felicidad si el gato es de otro color.
- Si a medianoche se hace una cruz en los árboles, producirán el doble.
- Si a las 12, mira la luna y después la higuera, la verá florecer.
- La higuera y el “pesebre” (helecho) florecen esta noche. Quien posea una de estas flores será muy afortunad
- .Quien vea florecer la hierbabuena esta noche será muy afortunado siempre que lo mantenga en secreto.
- En la víspera se planta la flor de la hortensia, en un tarro con tierra y agua. Luego se le hace un pedido poniendo fe en el bautismo de San Juan. .
- Hay que lavarse las manos con agua de manantial para mantenerse joven y el cabello para conservarlo hermoso. Esa noche las aguas están benditas por el Bautista.
- Cuando llueve esa noche o al día siguiente, va a haber abundancia de manzanas.
- Antes de la salida del sol hay que regar los árboles con agua de manantial, para que den bastante fruta durante el año.
- Para tener buena siembra hay que tirar un pedazo de vela la noche de San Juan.
Una velada especialmente mágica, los deseos e incluso el miedo a las sombras de los antepasados, se unen a la tradición y a la alegría de una fiesta que simboliza el culto al sol, a través de numerosos rituales.
Se trata de una fecha de origen pagano, aunque luego se cristianizó en honor a San Juan el Bautista, fuego-purifica- y agua- bautismo-, una velada cargada de simbolismos y de magia.
Una fiesta que se extiende por toda Europa y está muy arraigada al culto al sol, tratando de ayudarle a renovar su energía, lo típico en todas estas celebraciones es encender hogueras y saltar para purificarse con el fuego.
En la noche de San juan se unen magia y tradición. Las hogueras se encienden durante la madrugada y en ante el fuego se pueden hacer todo tipo de hechizos , pedir deseos y ahuyentar los malos espíritus.
La noche de San Juan es, en realidad, la cristianización de la fiesta de celebración del solsticio de verano en el hemisferio norte, es decir, cuando, tras el día más largo del año el sol empieza a decaer y los días comienzan a acortarse.
La tradición pagana marcaba que, para ayudar al sol a pasar el trance de su menor permanencia en los cielos, para darle más fuerza, había que encender hogueras para animarle, para prolongar la luz. Y ese día estaba medido desde tiempos inmemoriales, como demuestran monumentos megalíticos como Stonehenge (Reino Unido). Y no es ni el 23 ni el 24 de junio, sino que está más ligado al día 21.
Sin embargo la fiesta de las hogueras se celebra en la medianoche del 23 al 24 de junio, ya que marca la fecha en que, según la Biblia, nació San Juan Bautista. Los textos sagrados dicen que Zacarías mandó encender una hoguera para anunciar a los cuatro vientos el nacimiento de su hijo Juan.
El cristianismo asimiló la tradición de origen pagano, como muchas otras, y la adaptó a su calendario, motivo por el que la costumbre de prender las hogueras quedó unida al nacimiento del Bautista
Hoy la fiesta se ha vuelto a paganizar (más bien a popularizar), y la noche de las hogueras se asocia al inicio del verano, el final del curso académico y al regreso de los ciudadanos a las calles con el buen tiempo (y la bajada del calor del día).
En lo que coincidimos desde siempre, incluso en los dos hemisferios es que miles de personas salen a las calles, playas, montes y praderas donde se celebra de una forma a otra el tránsito estacional.