Existía la costumbre de pintar huevos de diferentes colores, éstos se esconden y los niños los buscan para comerlos. ¿Pero de donde proviene esta costumbre?. Tenemos que remontarnos muchas decenas de años antes de Cristo para recordar esta tradición proveniente de Babilonia.
Se conocía una vieja fábula acerca de un huevo de gran tamaño que había caído desde el cielo al río Eufrates. De este maravilloso huevo -de acuerdo con la historia-fue engendrada la Diosa Astarté. Desde ese momento el símbolo del huevo llegó a ser asociado con esta diosa de la primavera y del florecimiento de la vida. (en el idioma inglés se usa Easter) (Fausset, pág. 105). De Babilonia la humanidad se llenó de estas creencias y toda la tierra recibió la influencia de la idea del huevo místico; por esto hallamos el huevo como un símbolo sagrado en muchas naciones:
- Los antiguos druidas portaban un huevo como emblema sagrado de su fe idólatra (Fausset, pág. 108).
- La procesión de Ceres, en Roma, era precedida por un huevo (Enciclopedia de las Religiones, de J.G. Forlong, tomo II pág. 13).
- En los misterios de Baco se consagraba un huevo como parte de la ceremonia festiva.
- En China, hasta nuestros días, se siguen usando huevos de colores en su festival sagrado.
- En el Japón, una vieja costumbre consiste en colorear los huevos sagrados de forma muy brillante.
- En la Europa del Norte, en tiempos paganos, los huevos eran usados, como ya dijimos eran un símbolo de la diosa Astarté (Easter).
- Entre los egipcios, el huevo asociado con el sol ”el huevo dorado”- (Ibid, pág. 12).
Así, en este caso, se sugirió que al igual que un pollo sale del huevo, ¡Cristo salió de la tumba! De esta manera los líderes apóstatas dijeron al pueblo que el huevo era un símbolo de la resurrección de Cristo. El papa Paulo V decretó una oración en conexión con el huevo: “Bendice, oh Señor, te pedimos, a esta tu creación de “Huevos”, que sean sustentos a tus siervos, comiéndolos en recuerdo de nuestro Señor Jesucristo” (Las Dos Babilonias).