Sigue los versículos letra a letra y tropezarás con la IGNORANCIA 5/5 (2)

Bhagaván Ramakrishna solía contarnos lo de aquellos hombres que habiendo entrado en un huerto de mangos, se dedicaron a contar las hojas, las ramas, a examinar el color, a comparar el tamaño, anotando cada característica con el mayor cuidado. Tuvieron después una erudita discusión sobre cada uno de los tópicos que, indudablemente, eran muy interesantes para ellos. Pero uno de ellos, más sensible que sus compañeros, no se preocupó de todas esas cosas y comenzó a comer el fruto de los mangos. ¿No era éste sabio? Así pues, dejad para otros el contar las hojas y las ramas y de tomar todas esas notas. Esta clase de trabajo tiene su propio lugar, pero no aquí, en el dominio espiritual. No veréis jamás un gran hombre espiritual entre esos “contadores de hojas”. La religión, la más elevada meta, la gloria más gran­de del hombre, no requiere tanta labor. Si deseáis ser un bhakta, no tenéis ninguna necesidad de saber si Krishna nació en Mathura o en Vraya, lo que ha hecho, ni la fecha exacta en la cual impartió las enseñanzas del “Bhagavad-Guita”. Os basta solamente sentir un insaciable anhelo de asir las bellas lecciones del “Guita” sobre el deber y el amor. Todos los otros detalles sobre el texto y sobre su autor, no sirven más que para recreación de los eruditos. Dejemos que ellos tengan lo que desean. Decid: “Shan­tih, Shantih” (Paz, Paz) , a sus eruditas controver­sias, y “comed los mangos”.

Bhakty yoga: Vivekananda

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