Un viejo ermitaño, se refugiaba en la montaña para dedicarse a meditar y hacer penitencia. Un día una persona le preguntó: ¿Cómo puede tener tanto trabajo si vive en soledad? Él contestó: “Tengo que entrenar a dos halcones y a dos águilas, tranquilizar a dos conejos, disciplinar una serpiente, motivar …