“¿Dónde está la luz?”: esta fue la pregunta que lo empezó todo.
La luz como tal no se encuentra ni en los campos electromagnéticos, ni en los fotones, ni en la actividad del cerebro. Jacobo Grinberg dedicó el resto de su vida a intentar descifrar este misterio, y la teoría sintérgica es la perla diáfana que su brillante mente concibió tras innumerables incursiones en las profundidades del oscuro mar de la conciencia.
Me intrigó y asombró en un nivel tan profundo de mi ser, que decidí dedicarme íntegramente a explorar la posibilidad de explicar esta aparición, utilizando cualquier herramienta útil, desde la investigación neurofisiológica pura hasta los estudios chamánicos y místicos.
(Jacobo Grinberg, La teoría sintérgica, INPEC, 1991)
La teoría sintérgica
Sintergia es un neologismo que integra los términos síntesis y energía. Se refiere a tres parámetros físicos, que son coherencia, densidad informacional y frecuencia.
Coherencia se refiere a la similitud en la organización de las partes de un todo. Mientras mayor coherencia posea una organización, más similares serán sus partes. Densidad informacional se refiere a la cantidad de información que es capaz de contener cualquier objeto o medio.
Frecuencia hace referencia a la velocidad con la que un cuerpo o un campo energético oscilan.
Estos tres componentes actuarían de manera sinérgica (el término sinergia se utiliza para designar la acción de coordinación de dos o más elementos cuyo efecto es superior a la suma de sus efectos individuales); de esta forma, mientras mayor sea la sintergia, mayores serán la coherencia, la densidad informacional y la frecuencia.
La teoría sintérgica es una aproximación teórica a la percepción y creación de la experiencia consciente. De acuerdo con esta teoría, lo que percibimos es el resultado de un proceso muy complejo en el cual el cerebro transforma la información contenida en el espacio hasta dar lugar a algo que podamos comprender, por ejemplo, una imagen visual del mundo. La teoría sintérgica afirma que la realidad es el producto de la interacción entre la “lattice” y el “campo neuronal” y que los diferentes niveles de la realidad están relacionados con las características de esta interacción.
Lattice
El termino lattice se refiere a un enrejado o celosía, que debe poseer una capacidad de inclusión informacional colosal para permitirle contener toda la información del universo en cada uno de sus puntos. Lattice es la estructura fundamental del espacio, es una red o matriz energética hipercompleja de absoluta coherencia y total simetría.
Esta matriz holográfica de interrelaciones ha sido descrita en otras culturas con distintos nombres, entre ellos esta akasha, el Collar de Perlas de Indra y sunyata; a su vez, la ciencia la ha denominado orden implicado o campo cuántico.
Campo neuronal
El cerebro humano está constituido por 12 mil millones de pequeñas células denominadas neuronas. Cada neurona, al activarse, produce un diminuto cambio de potencial eléctrico, activa un código de señales también eléctricas y estimula la creación de un campo electromagnético. Todas estas distorsiones, a su vez, interactúan entre sí y crean una modificación hipercompleja de la misma lattice. A esta modificación se le llama campo neuronal. Cada una de estas modificaciones del estado de las neuronas son otras tantas alteraciones de la estructura de la lattice. Así, el campo neuronal es una matriz resultante de la actividad neuronal del cerebro.
El cerebro, al ser el encargado de decodificar este campo informacional, produce como resultante final la realidad que percibimos. En ese campo informacional se encuentra la información de esos objetos, pero no la cualidad. El ser humano, debido a su demostrada incapacidad para entender el proceso, confunde ese resultado final con el estímulo primario. Lo cierto es que no tenemos acceso al proceso de creación de la realidad perceptual, sino solamente a su resultado final. Y es precisamente esta confusión lo que nos lleva a pensar que la resultante final no es un producto creado por nosotros, sino una realidad independiente o ajena a nosotros, cuando en realidad somos nosotros quienes la elaboramos.
La creación de la experiencia consciente
El método científico es el pilar fundamental de la ciencia; sin embargo, hoy en día el materialismo (filosofía que considera que el único medio de conocimiento es la experiencia comprobada o verificada a través de los sentidos) y el positivismo (filosofía que considera que solamente existe la materia y que reduce la conciencia a una consecuencia de ella), que son los dos principales paradigmas en los que se apoya la ciencia, no sólo resultan totalmente obsoletos e anticuados para el siglo XXI, sino que constituyen un tabú, un lastre que impide el avance del desarrollo humano. No en pocos casos los científicos modernos suelen ser tan dogmáticos como cualquier fanático religioso; los devotos del cientificismo, se aferran, como los viejos estalinistas, a un anticuado culto al aburrido materialismo positivista.
Actualmente, los que se dicen escépticos aceptan los dogmas del paradigma imperante de la época (que en Occidente, desde hace algunos siglos, es la ciencia materialista positivista) y sólo ejercen su sentido crítico con ideas que son novedosas, originales o heréticas.
Toda creencia encarcela. Si no se mantiene un cierto grado de zeteticismo con respecto a las ideas, por seductoras que sean, sucumbiremos a la hipnosis. El zetético es escéptico con todos los dogmas. El zetético es un término rescatado de la filosofía griega clásica debido a que el vocablo similar, escepticismo, se lo han apropiado determinados dogmáticos inflexibles.
(Robert Anton Wilson)
El zeteticismo es la aproximación crítica, no dogmática, pero con mente abierta y curiosa sobre diversos fenómenos, teorías e hipótesis no ortodoxas dentro de la ciencia. El zetético busca examinar objetivamente la mejor evidencia que puedan ofrecer esas teorías heterodoxas.
La consecuencia de confundir los contenidos mentales con la realidad crea una especie de hipnosis colectiva que hace que el 99% de los Homo Sapiens de este planeta confundan la realidad perceptual con un principio objetivo y no la comprendan como el producto conceptual que es.
Cada modelo que construimos nos dice más sobre nuestra mente que sobre el universo… el universo es más grande que cualquiera de nuestros modelos… cada descripción del universo es una descripción del instrumento que utilizamos para describir el universo (la mente humana).
(Robert Anton Wilson)
Paradójicamente, a partir de que el hombre adjudicó a la materia el papel que le correspondía a la conciencia como origen de todas las cosas, perdió la posibilidad de explicar su propia experiencia, cuando su motivación era precisamente el entenderla.
(Jacobo Grinberg, La teoría sintérgica, INPEC, 1991)
De acuerdo con el modelo sintérgico, la conciencia es un atributo de la lattice del espacio-tiempo, cuyo estado fundamental o básico constituye también el estado primordial de la conciencia, lo que bien podría denominarse conciencia pura. La luz, el sonido, el dolor y todo tipo de experiencias subjetivas, no se encuentran en la actividad del sistema nervioso central, ni en ningún factor externo del espacio-tiempo; la experiencia es el resultado de la interacción que sucede en la zona liminal donde el campo neuronal y la lattice convergen. De la misma forma que cada punto de la lattice contiene la totalidad, así cada experiencia sería una vivencia de la totalidad por la totalidad misma; la imagen se ve a sí misma, el sonido se oye a sí mismo.
Ni la conciencia en sí puede ser definida ni sus cualidades pueden ser reconocidas a través de una explicación teórica de sus componentes energéticos. Tal intento está, de antemano, destinado al mismo fracaso y frustración que el que resulta de la pretensión de explicarle a un ciego lo que es la luz o un sonido a un sordo de nacimiento.
(Jacobo Grinberg, La teoría sintérgica, INPEC, 1991)
Hay otra pregunta fundamental para entender la teoría sintérgica: ¿quién es quien experimenta? Es decir, ¿realmente existe un “yo”? En la próxima entrega de la serie “Redescubriendo a Jacobo Grinberg” seguiremos profundizando con los conceptos de la teoría sintérgica y sus implicaciones en el estudio del misterio del que formamos parte y que llamamos realidad.
Nota: Si encuentra alguna proposición que le parezca infundada o carente de respaldo teórico o verificación práctica (especialmente en lo referente a la creación de la experiencia) muy posiblemente se deba a que aquí sólo se presenta un resumen de los conceptos básicos de la teoría, pues al ser una teoría científica formal contiene elementos que se detallan y profundizan más formalmente en su postulado original.
(Jacobo Grinberg, La teoría sintérgica, INPEC, 1991)