La EDUCACIÓN actual: Un sistema incompatible con la Espiritualidad

Cuando una persona comienza la búsqueda de la experiencia de la NO MENTE o lo que es lo mismo busca la percepción de la NO DUALIDAD, normalmente seguimos un patrón muy concreto: buscar a alguien que ya lo está haciendo, o que ya lo hizo y sobre ello y nosotros lo IMITAMOS.

 

En nuestra sociedad imitar lo que otros hacen es una de las acciones más comunes que diariamente hacemos. Si estamos en una fila de coches en un atasco de tráfico donde llevamos diez minutos sin movernos y vemos que el coche de delante sale de la fila y toma una calle lateral, lo normal es pensar que este conoce una vía alternativa donde no hay tráfico y por esto nos salimos también de la fila y le seguimos. Si queremos hacer un pollo a la naranja, encendemos el ordenador y buscamos la receta en Internet para saber cómo otros lo hacen. Nos compramos las cosas que llevan puestas los famosos. Imitamos los gestos e incluso la forma de hablar de quienes admiramos. Imitamos los peinados, la forma de vivir y hasta la forma de comportarnos. Esto es así porque desde pequeños todo ha sido aprendido por imitación.

Nuestra educación es IMITACIÓN.

Imitamos a los padres, a los profesores, a otros compañeros de clase, a mis amigos… Con toda esta forma de educarnos lo que hemos conseguido es una dictadura mental llegando al punto de no saber hacer nada genuino. Y lo que llega a ser peor es que imitar es tan definitivo en nuestra vida que hasta nuestra forma de pensar y hasta de sentir es también una réplica de lo que otros ya piensan y sienten.

 

Socialmente hemos sido educados en una MORAL cultural con sus normas y modales prestados de otros.
Después nos encontramos las conductas y éticas espirituales que también estamos imitando a las cuales les llamamos religiones.

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Pero la pregunta que nos sugiere es ¿Qué otra forma de educación hay?

Normalmente hemos conocido la educación como el traspaso de conocimientos de unos a otros, lo cual es sin duda imitación. Nuestra educación escolar actualmente está diseñada en su mayor parte en el marco laboral, nos educan traspasando conocimientos para desarrollar un trabajo y ganarnos el pan. ¿Podríamos tener una educación fuera de la imitación?, ¿Podríamos tener una educación fuera del constante traspaso de conocimientos mentales?. En principio no.

 

MathematicsLa humanidad está desenvolviéndose en un ambiente completamente mental. TODO ES PENSADO, todo es analizado y bien razonado. En cuanto una persona recoge a través de estímulos externos cualquier información en su diario vivir, esta tiene su traducción mental, siendo así que nada puedes aprender si no es a través de la mente. Como todo tiene que pasar por la mente, educar la mente para refinarla significa adquirir más y más conocimientos para que tenga más recursos y mejor desenvolvimiento analítico ante cualquier problema. En pocas palabras aprendemos las soluciones que otros dieron a sus problemas por si yo, algún día, me encontrase con ese mismo problema tener ya una solución válida. La mente se hace insaciable buscando más y más soluciones para posibles problemas que aún no han aparecido y que muy probable no aparecerán pero que para su visión mental deberíamos estar preparados. La mente es capaz de ser tan ansiosa que precise querer saber cómo se cura la mordida de una cobra venenosa cuando tú vives en Siberia donde apenas hay siquiera vegetación dos meses al año como que existan cobras.

 

Nuestra ansia de conocimientos por imitación nunca puede cesar cuando nuestra forma de vida tiene su basamento en la mente. La educación se ha convertido en adoctrinamiento, hacemos lo que otros dijeron que era lo mejor y nosotros así lo entendimos.

 

La espiritualidad está, de igual forma, envuelta entre los conceptos mentales y la forma que tenemos de educarnos espiritualmente es como cualquier otra, por imitación. Hacemos lo que otros nos señalan porque como es una autoridad nos parece que es lo mejor y es por ello creamos éticas y morales espirituales que a veces son incluso más radicales que en cualquier otro conocimiento de la vida, es por ello que creamos incluso dogmas. Decimos que esto es bueno y esto es malo, esto es correcto y esto incorrecto, esto está bien y esto otro mal, entendemos a través de estos pasos cómo debemos hacer para ser mejores personas y elevarnos “espiritual-mente” pero no nos damos cuenta que por muy elevadas que sean los postulados, siguen siendo mentales y si hay mente no hay conciencia.

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Nos encontramos en una verdadera encrucijada. El hombre no sabe procesar ninguna información si no es a través de la mente y si el hombre quiere vivir la conciencia debe desechar la mente. Pero entonces ¿Cómo vamos a aprender sobre la espiritualidad? Es como decirle al pez que nade fuera del agua sabiendo que nadar sólo se puede hacerse en el agua. Como vamos a decirle al hombre que sea educado en algo sin la mente si la educación en si misma ya es un acto que sólo podemos hacer con la mente.

 

Es en este punto donde me gustaría hacer una necesaria diferenciación entre educar y aprender. La educación es la trasmisión de conocimientos de unos a otros. Los conocimientos de otros nos convierte en imitadores en la forma de actuar, de pensar o incluso sentir ante tal o cual problema. En casi todos los casos la educación es una adoctrinación o lo que es lo mismo una programación mental para la ejecución de un determinado proceso de acciones o ideas ya diseñadas y que de original y genuino no tiene nada.
Aprender sin embargo es algo que tú haces tuyo no por imposición sino por COMPRENSIÓN. Aprender viene siempre vinculado a la comprensión, si no hay comprensión no hay verdadero aprendizaje. La comprensión es algo que participa fuera de la mente y solo hay una forma de estar fuera de la mente, VIVIENDO EL PRESENTE. Si tu estas involucrado en el presente, haces tuyo ese momento, y justamente de ahí, en la participación del aquí y del ahora vives la comprensión de quien eres en relación a lo que vives. Esa comprensión de la realidad te aporta una enseñanza que no ha sido trasmitida ni educada por nadie, es completamente tuya, original, directa y explícita para ese momento y para ningún otro más.

 

Siempre está existiendo el presente, de hecho es lo único que existe pero nosotros no lo estamos vivenciando porque la mente está muy preocupada en educarse tomando ideas y soluciones de otros que paradójicamente aprendieron viviendo en el aquí y el ahora y por ello son novedosas.

 

La educación ética, moral, religiosa debería existir pero exclusivamente para mostrar al hombre como alcanzar su propio aprendizaje, para que el hombre aprenda a aprender, para que haga su vida fuera de la mente dentro del presente. ¿Cómo podemos dar postulados de lo que es ser un ángel, un maestro o un gurú si no sabemos aun lo que significa ser hombres?, somos maquinas programadas para tal o cual trabajo, algunas mejores, otras mediocres pero todos maquinas sin diferencia. La mente nos aporta las programaciones para desenvolvernos en la vida pero no para vivir la vida. La vida solo pertenece a quien aprende a vivirla y hoy hay muy pocas personas que están aprendiendo porque muy pocas personas viven fuera de la mente, dentro del presente.

Ícaro Dedaloson

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