Lecciones Antonio Blay: CRECIMIENTO NATURAL 5/5 (3)

Si examinamos nuestra existencia veremos que parece que hay algo que está empujando, algo que es una motivación fundamental  que empuja la  vida en todas las formas que adopta, una finalidad.

Ésta es la de que  todo tiende a crecer, todo tiende a desarrollarse. La vida, a través de sus formas, tiene como consigna actualizar un potencial que uno trae consigo.

Junto con este desarrollo, el desarrollo del potencial, va siempre inherente una conciencia interna de madurez y de plenitud.

El potencial (…) está constituido substancialmente por tres cualidades básicas que son: la energía, la inteligencia y la afectividad.

De la energía derivan todos los procesos energéticos (…). De la inteligencia se deriva todo lo que son modos de conocimiento  (…). De la afectividad deriva toda nuestra gama de sentir.

De estas tres cualidades fundamentales, en sus interrelaciones, se construye toda la complejidad de nuestra vida anímica.

Es decir, que nuestra vida es como un proceso de actualización progresiva de este potencial de inteligencia, energía y amor-felicidad.

La plenitud nunca viene como resultado de una adquisición,  sino que  viene como resultado de una plena actualización de nuestro potencial.

Lo  exterior  cumple  para  nosotros  la  función  esencial  de  aportación  de  los elementos  primarios  necesarios  para  este  desarrollo,  para  que yo  pueda actualizar y para que al actualizar pueda construir.

Lo exterior es el suministro de materia gracias al cual lo que es mi  facultad básica se convierte en algo concreto, se construye.

No puedo vivir otra plenitud que la que es consecuente  a mi capacidad  de comprender, de amar y de actuar.

La respuesta que yo doy depende de mí, la puedo crear yo. Por lo tanto puedo ser dueño de mis respuestas  y es precisamente  esta respuesta  la  que me desarrollará, la que me actualizará.

No tengo ningún otro modo de llegar a un desarrollo de algo si no es mediante el ejercitamiento de ese algo; mediante el ejercitamiento activo.

Nada puede sustituir a este acto de presencia.

Yo soy exactamente la resultante de lo que he ejercitado, ni más ni  menos, como ser concreto.

Nuestra vida está construida sobre una creencia totalmente distinta.  Nuestra vida esta construida sobre la creencia adquirida de que son las circunstancias y las personas que me rodean las que hacen que sea feliz o desgraciado.

Hemos edificado nuestra vida sobre la creencia de que es el exterior que me está dando o quitando felicidad, plenitud, etc.

Mientras  yo  esté  esperando  que  los  demás  me  den  habrá  siempre  una manipulación de los demás para conseguir que me den, que me den afecto, que me den seguridad, que me den energía. Y cuando yo estoy empezando a vivir directamente lo que soy es cuando puedo empezar a abrirme a los demás de un modo auténtico, de un modo gratuito, sin una manipulación, sin seducir al otro.

La  existencia  concreta  está  hecha  sólo  de  cualidades  positivas  (energía, inteligencia y amor-felicidad) esto es la materia prima de la existencia y del ser humano. No hay otra cosa.

Las  cualidades  son  substanciales,  son  substancia.  Defecto  es  la  menor presencia o la insuficiente presencia de una cualidad.

Al ponerle un nombre cosificamos, convertimos en cosa algo que no es cosa, sino que es un modo de ver lo otro, es una menor presencia de lo otro.

Por  esto  en  primer  lugar  conviene  ver  que  lo  que  llamamos  defectos  es solamente un insuficiente desarrollo en nosotros de las cualidades.

No se puede luchar contra algo que no existe.

Lo único que tiene sentido es luchar a favor de lo que sí existe, y en la medida que yo lucho a favor, es decir que ejercito más y más la inteligencia, la afectividad  y la energía,  eso que llamaba defecto desaparece.

Todos nuestros problemas psicológicos derivan de este insuficiente desarrollo de nuestras cualidades.

Antonio Blay

Libro: Un recorrido por la propuesta y experiencia de Antonio Blay

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