Cada día realizamos muchas cosas distintas con el fin de resolver situaciones, satisfacer necesidades y lograr objetivos. Aparentemente cada una de estas acciones es independiente, pero, en realidad, todas las acciones están orientadas a un objetivo común: sobrevivir y alcanzar las metas de nuestra vida.
Las personas creen que controlan su vida y que deciden como quieren y cuando quieren. En realidad, las decisiones están determinadas por la dinámica del subconsciente. La conducta huma depende de programaciones que se han convertido en hábitos mentales. Estas programaciones se iniciaron en la infancia por medio de la educación recibida y se han consolidado a través de los años, de acuerdo a las decisiones que hemos tomado. Por esta razón cada persona es lo que hace de sí.
Así como el cuerpo funciona como un todo y es necesario que todos los órganos funcionen de forma sincronizada para mantener la salud; así es necesario que la mente funcione como un todo y que exista congruencia en la vida para tener equilibrio psíquico, armonía y salud mental.
Todo lo que existe funciona como un todo (el cosmos, la sociedad, las instituciones, el cuerpo humano y la mente) Para que las cosas funcionen bien es necesario que los elementos que las componen funcionen de acuerdo a un orden.
La mente humana está formada por ideas, principios, valores y sentimientos que luchan entre sí por toman el control de la mente. Los contenidos más poderosos toman el control de la mente y marcan las pautas a seguir. Por tanto, la vida de cada persona está determinada por los contenidos que dominan en su mente (ideas, convicciones, valores, sentimientos, etc.)
Cuenta una leyenda que el jefe indio se reunía todas las noches con sus nietos y les contaba historias y experiencias con el fin de que el día de mañana supieran gobernar la tribu con sabiduría. Una noche les contó la historia de dos lobos.
En nuestra mente luchan dos lobos. Uno de los lobos es noble, respeta las leyes de la naturaleza, cuando mata lo hace para sobrevivir. El otro lobo es malo y feroz, no respeta las leyes de la naturaleza, mata por placer. Al final uno de los lobos triunfará sobre el otro. Los nietos, intrigados, le preguntaron: Abuelo ¿Cuál de los lobos ganará?
_El que más alimentes, respondió el abuelo.
Los contenidos mentales se adquieren a través de la educación, de la lectura y de la experiencia, y se fortalecen con la reflexión, el interés y las acciones.
Cada vez que pensamos en algo, lo activamos e incrementamos su poder; de aquí la conveniencia de pensar sólo en positivo y en soluciones y evitar pensar en problemas.
Los seres humanos tenemos el poder de elegir las ideas y los sentimientos; por lo cual, somos responsables de la forma en que pensamos, de la forma en que reaccionamos y de las decisiones que tomamos.
Necesitamos ser congruentes y actuar siempre con lógica, con sentido común, con honestidad y responsabilidad.
Conscientes de que todo lo que pensamos, sentimos o hacemos, nos marca de alguna forma para toda la vida, deberíamos aprender a seleccionar y a controlar lo que dejamos entrar en nuestra mente y a desmarcarnos de muchas ideas y conductas que imperan en la sociedad, las cuales, son aparentemente inofensivas, pero tremendamente venenosas, porque, de forma sutil van minando las defensas psíquicas, morales y espirituales.
- “Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras.
- Cuida tus palabras porque se volverán acciones.
- Cuida tus acciones porque se harán costumbre.
- Cuida tus costumbres porque forjarán tu carácter.
- Cuida tu carácter porque marcará tu destino”
Mahatma Gandhi
En la mente existe una lucha sin tregua entre los contenidos positivos (fe, amor, valores, solidaridad, espíritu de superación,…) y entre los contenidos negativos (temor, egoísmo, envidia, odio, pereza,…) En esta lucha ganarán los contenidos que más alimentes.
Diseña un proyecto de vida. Establece prioridades y concéntrate en esas cosas por las cuales vale la pena vivir. No pierdas el tiempo en cosas inútiles. La vida es corta, y, cuando vienes a darte cuenta, el tiempo voló como un suspiro.