En la meditación como en la vida, cuando aprendes que no puedes forzar a cambiar lo que está ocurriendo en ti y a tu alrededor, simplemente haces lo único que puedes hacer, convertirte en un observador. Sencillamente observas el flujo de lo que es, no te opones, no te enfrentas, no lo juzgas, solo lo dejas que ocurra. Imagínate la libertad que tendrás ahora que no tienes que alcanzar ninguna esperiencia trascendental, que no tienes que llegar a ser nadie trascendente, que solo has de OBSERVAR como todo ocurre y eso te dará Paz.