Transformación de las emociones negativas 5/5 (1)

Para evolucionar debemos transformar los pequeños sucesos negativos cotidianos; podemos vencer un gran sufrimiento sólo transformando los sufrimientos pequeños. Qué maravilloso cuando podemos ver la fricción como una oportunidad. Extraño salvavidas nos han lanzado las fuerzas superiores: la transformación de las emociones negativas. Debemos transformar insidiosa fricción; esta transformación es exactamente lo que Cristo personificó.

 

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Una de nuestras debilidades predominantes cuando sufrimos es el resentimiento.

Rainer Rilke decía que el hombre es un «derrochador de dolor», porque tiende a sentirse agraviado por el sufrimiento en lugar de transformarlo.

Sin embargo, cuanto más transformamos el sufrimiento más aflora nuestra alma.

También es necesario recordar por qué se nos da sufrimiento y tratar de no ponernos negativos. Las palabras de Rilke significan que, en lugar de transformar el sufrimiento, caemos en la autocompasión y nos identificamos con él.

Una de las funciones de las emociones negativas es distraernos del recuerdo de nosotros mismos.

El presente se escapa de muchas formas distintas y algunas de estas formas pueden parecer muy justificables. Aun así, si la negatividad no es transformada, continúa quedando atrás la oportunidad de atrapar el presente.

¿Cómo podemos trabajar para transformar la energía negativa en positiva?

Ouspensky decía que el primer choque consciente, el recuerdo de sí, no sucede mecánicamente, sino como resultado de nuestros esfuerzos. El segundo choque consciente se produce cuando intentamos transformar las emociones negativas mediante la no identificación. Para transformar las emociones negativas, tenemos que evitar identificarnos con el tema de la negatividad.

Con el tiempo debemos controlar el origen de la negatividad, más que (117) el tema. Ouspensky dijo: «Tenemos un gusano en nosotros que desea expresarse».

Platón decía que hay que crear buenos hábitos. Las fuerzas superiores generan oportunidades para que expresemos emociones negativas y nosotros debemos crear el hábito de no expresarlas; entonces se convertirán en verdadera personalidad, esencia y recuerdo de sí. Uno de los motivos por los que la máquina perpetúa las cuestiones negativas es porque le resulta más fácil que resistirlas.

Pocos hombres tienen la fortaleza para soportar el despertar; ustedes son esos pocos escogidos. Siempre hay algo que intenta distraernos del presente; con frecuencia, ésa es la función de las emociones negativas.

Ouspensky dijo: «No te pongas negativo, pase lo que pase», porque estamos transformando el choque del si-do. La razón por la cual el recuerdo de sí es tan difícil es que,  simultáneamente, estamos creando un alma y despertando el sí mismo. Son los dolores del crecimiento, por así decirlo. Conforme transformamos el sufrimiento, nuestra meta de despertar se fortalece. Qué mecánicas son las emociones negativas y qué pocos saben valorar la transformación del sufrimiento. Tan sólo el recuerdo de sí puede controlar las emociones negativas. En realidad, es cuestión de desearlo.

¿Cómo podemos trabajar cuando perdemos la calma?

Experimentar ira es realmente una contrariedad. Ya es bastante malo tener estos «yoes» en nuestro interior, pero es realmente penoso expresarlos externamente. Ouspensky dijo: «Puedes pensar lo que quieras, pero no puedes decir lo que quieras». Cada vez que expresamos una emoción negativa hacia un estudiante, la escuela sufre. Tratamos de no herir a los demás, pues en una escuela la expresión de emociones negativas es criminal. Nos damos vida unos a otros, para asegurarnos la vida unos a otros.

El sufrimiento nos trae a la escuela, pero la transformación del sufrimiento nos permite entrar en el camino. La aceptación del sufrimiento lo transforma Hornero, quien después de su ceguera recibió sufrimiento adicional, escribió: «Sopórtalo, corazón mío, que peores cosas has soportado».

Cuando recibas un pequeño sufrimiento, recuerda lo peor que te haya sucedido. Recuerda que la transformación de las emociones negativas es el método principal para despertar, aunque

afortunadamente no es el único. Naturalmente, la máquina se resiente por la fricción, en lugar de procurar transformarla; pero intentar huir del sufrimiento en sí produce sufrimiento. Un anciano sufí aconseja: «Encontramos nuestro destino en el sendero que tomamos para evitarlo».

¿Cómo podemos desarrollar la capacidad de separarnos de las emociones negativas?

La transformación de las emociones negativas debe convertirse en un hábito; cuanto más lo haces, más puedes hacerlo. Es un negocio y forma parte importante de un buen amo de casa.

 

John Milton creó su cuerpo astral antes de quedarse ciego; luego utilizó su ceguera para profundizar su nivel de ser. Milton dijo acerca de su prueba: «No me opongo a la mano divina». Este es uno de los mejores ejemplos de transformación del sufrimiento. Dante Alighieri dijo: «Preparaos para subir a las estrellas». Separarse del sufrimiento y transformarlo mediante el recuerdo de sí es, de hecho, el pasadizo del alma inmortal hacia las estrellas.

Es un milagro convertir el agua en vino, es decir, el conocimiento en comprensión personal. La clave principal de nuestro trabajo es la transformación de las emociones negativas.

No hay nada más difícil para un hombre número cuatro que la transformación de emociones negativas en emociones positivas. La expresión de negatividad es mecánica y está profundamente programada en nuestras máquinas. Por lo tanto, tenemos que dejar lugar a los errores, pues ciertas manifestaciones negativas son tan poderosas que, al principio, sólo podemos intentar separarnos de ellas.

¿Cómo se muestra la otra mejilla?

Aceptando lo que haya en el momento presente. Buda comía lo que caía en su plato. Si cae sufrimiento en nuestro plato, debemos transformarlo. 

Los hombres y las mujeres auténticas consumen las emociones negativas. El recuerdo de sí es lo único que no es «comido»; el recuerdo de sí debe comer las emociones negativas. Podemos transformar la negatividad sólo cuando comprendemos que no ganamos nada con expresarla y que lo ganamos todo resistiéndola: todo.

 

Cuando nos identificamos con el sufrimiento y fracasamos en transformarlo, hemos desperdiciado dolor.

 

Aquí sufrimos todos, con o sin el sistema, pero nosotros ganamos algo. No somos mejores que la gente de la vida; sólo tenemos más suerte.

Evolucionamos no a pesar de la fuerza contraria sino gracias a ella. Esta comprensión abarca toda la idea de la transformación del sufrimiento. A Sócrates le ofrecieron un plan para escapar de su sentencia de muerte; lo rechazó diciendo que prefería ser inocente ante los dioses y víctima de los hombres, en lugar de oponerse a los dictados de las fuerzas superiores. Concluyó diciendo: «Sea entonces y obremos de ese modo, puesto que los dioses nos guían por ese camino».

En nuestra vida recibimos grandes choques, pero no son frecuentes. Sin embargo, debemos estar alertas a los choques pequeños, para poder transformarlos. William Shakespeare dijo: «Algunos deben velar, mientras otros duermen». Nosotros somos quienes debemos velar para no dormir. ¿Por qué velamos? Para descubrir las pequeñas emociones negativas que ocupan el lugar del recuerdo de sí.

La negatividad no vale nada. La no expresión de emociones negativas nos da energía. Cada uno debe distinguir por sí solo una emoción negativa. El único antídoto contra las emociones negativas es el recuerdo de sí.

Cuanto más transformamos el sufrimiento, más nos acercamos al final; Cristo lo demostró. Nadie ha sufrido tanto en tan poco tiempo. La última semana de su vida fue la que lo hizo especialmente grande; su silencio durante la prueba. Sus últimas palabras: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen»,

Una de las razones por las cuales es difícil despertar es que nos hallamos rodeados por seis mil millones de personas que están dormidas.

Marco Aurelio dijo: « ¿Qué importa que el mundo entero grite en tu contra, si tú tienes razón?»

También la calidad de la transformación del sufrimiento es importante. El sufrimiento en sí es un desperdicio, pero transformarlo es precioso.

La transformación del sufrimiento lo hace todo posible; podemos transformar el sufrimiento y divinizar nuestra vida. El corazón humano es tan grande que casi no existe límite para lo que puede transformar.

La idea de recordarse a sí mismo es más atractiva para quienes se han desilusionado de todo lo demás.

Difícilmente se le ocurre a la máquina intentar recordarse a sí misma; por lo tanto, hay que buscar el modo de introducir el recuerdo de sí en cada momento del día.

Hay cinco o seis mil millones de personas sobre la Tierra que no han descubierto el recuerdo de sí y, lo que es peor para ellas, no quieren saber nada de él. El recuerdo de sí revela el error de la naturaleza. Es un desperfecto intencional: la forma de escapar de la esclavitud humana.

 

Robert Earl Burton: Libro; “El recuerdo de si”

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