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Autobiografía relatada
Antonio Blay no tubo nunca ninguna necesidad de contar la historia de su vida, ni las circunstancias de la misma. Apenas nos dejó explicado en poco mas de 25 minutos, en una de sus grabaciones, la experiencia que le hizo comenzar a inquietarse por LO REAL. Fue esa experiencia y otras que le siguieron en relación a su búsqueda espiritual que pudo desarrollar una enseñanza que llamó psicología del autoconocimiento y que en este aula vamos a hacer una síntesis para animar a todos a que se acerquen a conocer la filosofía NO DUAL de una forma práctica tal y como lo preparó Blay.
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La demanda de la felicidad
Puede ser que la búsqueda de la felicidad sea lo único que todos los seres humanos tengamos en común. Todo persona busca ser feliz, más que buscarlo, lo demanda. Existe lo que llamamos la sed existencial, un vacío interior que creemos será colmado alcanzada la felicidad. Sin embargo pocos han conocido la felicidad en uno mismo y tampoco la han visto en los demás, entonces, ¿Cómo podemos perseguir todos algo que nunca antes hemos visto ni sentido?. Esta es la interrogante que nos plantea Blay y que da base a todo su modelo de psicología para la autorrealización.
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Una persona hecha a niveles
Explica Blay que toda persona esta hecha a niveles. Nivel elemental del que todo conocemos muy bien y niveles superiores que por el contrario todo el mundo ignora. El nivel elemental sostenido en mente, emoción, físico-vitalidad sería lo que conforma la personalidad y los niveles superiores que también somos todos somos en amor, sabiduría y plenitud. Las explicaciones de Blay se enfocan en la necesidad de ACTUALIZAR los niveles elementales con el flujo inagotable de los niveles superiores para establecer una vida de satisfacción.
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Los obstáculos para alcanzar la felicidad
La verdad es que impresiona como Blay explica que los obstáculos no son a modo de piedras en el camino, sino desajustes muy nuestros que debemos gestionar. Son tres tipos de desajustes los que ponen de manifiesto nuestras limitaciones pero que hábilmente Blay da solución al aseverar que sólo a través de experiencias podemos equilibrarnos pues son las experiencias vividas las que nos han ido desajustando. Experiencias positivas, negativas, activas, pasivas, superficiales y profundas es como Blay nos presenta con destreza la composición de nuestra vida y cómo a causa de ellas se ha configurado nuestra forma de ser.
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El yo no existe
Parece surrealista decir en estos tiempos que el yo no existe. Blay lo tenía claro, si tu fundas la creencia del yo vivirás siempre limitado por ella. Los defectos en las personas son inexistentes, es nuestra ignorancia lo que hace parecer lo contrario. Somos todos cualidades pero nuestras capacidades para expresarlas son muy deficientes y donde vemos sólo un hilo de luz decimos categóricamente que está oscuro antes de decir que lo que hay es poca luz. Siempre marcamos el defecto en vez de ver una carencia. Blay nos indica que una carencia puede ser compensada pero un defecto lo vemos como algo mucho mas cerrado y obtuso y difícil de asumir.
Centrarse en el defecto en vez de la carencia de la cualidad ha hecho que ahora toda persona viva muy condicionada psicológicamente.
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Los problemas son exclusivamente míos
Tenemos La terrible creencia que el problema viene siempre del exterior por tal persona, accidente o cosa. Siempre extendemos la mano para señalar que fue el otro quien tubo la culpa. Blay expone que una cosa son las circunstancias, y algo diferente los problemas ya que estos son la errónea interpretación de algunas circunstancias. La mente siempre compara toda acción y de ahí señala lo que debería ser y lo que no y es de esto de donde nosotros venimos a encasillar lo que sentimos como problemas.
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Dinamización de las energías
Considerando que energía viene a ser cuando yo aplico atención dirigida sobre algo o alguien, al hablar de dinamización de energías estamos diciendo de poner en actividad nuestras capacidades a nivel intelectual, afectivo o vital. Blay explica cómo las energías que exponemos normalmente van al ritmo de los movimientos de la vida, pero que pocas veces nosotros ponemos voluntad para activar con conciencia nuestras energías, y menos actuando donde sabemos que tenemos carencia de ellas. Así quien tiene carencias afectivas es exteriorizando su cariño como vendrá a vivir su vida más plena. Existe una forma de que esto pueda ocurrir y Blay aquí lo deja muy claro.
