Una de las charlas más profundas de Sri Ramana Maharshi es ésta.
P. «¿Cómo desaparecerá esa ilusión?»
Bhagavan: «Si la verdad secreta mencionada anteriormente es verificada por la Auto-indagación, la multiplicidad se resuelve en cinco, los cinco en tres, y los tres en uno. Suponga que usted tiene dolor de cabeza y se libera de él tomando alguna medicina, entonces usted permanece lo que era originalmente; el dolor de cabeza es como la ilusión de que el cuerpo es el Sí mismo; desaparece cuando se administra la medicina llamada Auto-indagación».
P: «¿Es posible para toda la gente aferrarse a esa vía de Auto-indagación?»
Bhagavan: «Es verdadero que es solo posible para mentes maduras, no para las inmaduras. Para las últimas, se ha prescrito la repetición de una oración o nombre sagrado en consonancia con la respiración de uno (japa), la adoración de imágenes, el control de la respiración (pranayama), la visualización de un pilar de luz (jyotishtoma) y prácticas yóguicas similares espirituales y religiosas. Por esas prácticas, la gente deviene madura y entonces realizará el Sí mismo por la vía de la Auto-indagación. Para eliminar la ilusión de las mentes inmaduras respecto a este mundo, se les debe decir que son diferentes del cuerpo. Es suficiente si uno dice, uno es Todo, Omnipenetrante.
Los Antiguos dicen que a aquellos con mentes inmaduras debe decírseles que deben conocer al Veedor trascendente mediante la indagación en los cinco elementos y desecharlos por el proceso de repetir, “Esto no, esto no (Neti, neti)”. Después de decir esto, ellos señalan que lo mismo que los ornamentos de oro no son diferentes del oro, así también los elementos son su propio Sí mismo. Por consiguiente, debe decirse que este mundo es real. La gente advierte las diferencias entre los diversos tipos de ornamentos, pero ¿reconoce el orfebre la diferencia? Él solo mira la idoneidad del oro. De la misma manera, para el Alma Realizada, el Jñani, todo parece ser su propio Sí mismo.
El método de Sankara era también el mismo. Sin comprender esto, algunas gentes le llaman nihilista (mithyavadi), es decir, uno que argumenta que el mundo es irreal.
Todo eso es charla insensata. Lo mismo que cuando usted ve piedra labrada en la forma de un perro y se da cuenta de que es solo una piedra, no hay ningún perro para usted; así también, si usted lo ve solo como un perro sin darse cuenta de que es una piedra, no hay ninguna piedra para usted. Si usted es existente, todo es existente; si usted es no-existente, no hay nada existente en este mundo. Si se dice que no hay ningún perro, pero hay una piedra, no significa que el perro huyese al ver usted la piedra.
Hay una historia sobre esto. Un hombre quería ver el palacio del Rey; así que salió en camino. Ahora, había dos perros labrados en piedra, uno a cada lado de la puerta del palacio. El hombre permaneció a una distancia tomándolos por perros reales y estaba temeroso de acercase a ellos. Un santo que pasaba por ese camino, advirtió esto y llevó al hombre junto a él, diciendo, «Señor, no hay necesidad de tener miedo». Cuando el hombre se acercó lo suficiente para ver claramente, vio que no había perros, y que lo que él había pensado que eran perros, eran solo piedras esculpidas.
De la misma manera, si usted ve el mundo, el Sí mismo no será visible; si usted ve el Sí mismo, el mundo no será visible. Un buen Maestro (Gurú) es como ese santo. Un Alma Realizada que conoce la verdad es consciente del hecho de que él no es el cuerpo.
Pero hay una cosa más: a menos que uno considere la muerte como una cosa que es muy cercana y puede ocurrir en cualquier momento, uno no será consciente del Sí mismo. Esto significa que el ego debe morir, debe desvanecerse, junto con los vasanas inherentes. Si el ego se desvanece así, el Sí mismo brillará como el Sí mismo luminoso. Tales gentes estarán en un plano espiritual elevado, libres de nacimientos y muertes».
Con eso Bhagavan detuvo su discurso.