Cuando hoy en día se habla de esoterismo, lo más normal es que las personas piensen en adivinación, tarot, astrología, velas, incienso, santería y similares.
El concepto esta deformado. La industria, la superstición y la creencia han tomado a esta palabra, aprovechando el desconocimiento que casi todas las personas tienen, a cerca de los conocimientos trascendentales y espirituales.
El verdadero significado, el significado arcano original de la palabra esoterismo nada tiene que ver con adivinación, ni con tarot, ni con astrología, ni con creencia, ni con superstición.
El esoterismo es conocimiento interior y está oculto, pero no oculto en los términos que se suele pensar, velado sí, pero de libre acceso, cubierto, pero accesible para todo aquel que lo busque y se anime a quitarle el velo para poder ver y profundizar más allá en los misterios ocultos de la espiritualidad.
El esoterismo se representa como un libro cerrado, es un símbolo, significa que está ahí al alcance de todo el mundo, pero oculto y solo para aquellos que se animen a abrir el libro y leer sus páginas. Todos lo pueden abrir, pero la iniciativa tiene que partir de uno mismo.
No existe nadie que vaya a buscarle para obligarle, no hay nadie que quiera seducirle o convencerle, no hay marketing, no hay evangelistas, ni predicadores, ni apóstoles, el conocimiento esotérico está ahí al alcance de su mano, en su interior y usted debe búscalo.
Entonces, esoterismo es conocimiento interior, es íntimo y no público o externo, las enseñanzas esotéricas son individuales, personales y adecuadas a cada uno, según su grado de nivel espiritual y el lugar del camino en el que se encuentra.
“Los Pilares de la Pansofía” es el primer módulo de estudios del Programa de Estudios OPI.
En este módulo se invita al lector a realizar un viaje simbólico al interior de un monumental edificio donde se conservan las principales enseñanzas sapienciales de los antiguos.
A través de un recorrido imaginario por las doce salas del templo pansófico, el lector podrá encontrar respuestas a algunas de sus preguntas existenciales e imaginar así su propia peregrinación por el Sendero Iniciático.