Ch´ui, el diseñador,
era capaz de trazar los círculos más perfectos a mano alzada,
que con un compás.
Sus dedos hacían brotar
formas espontáneas de la nada. Su mente
estaba, mientras tanto, libre y sin preocupaciones
acerca de lo que estaba haciendo.
No le era necesario aplicarse, pero
su mente era perfectamente simple
y desconocía obstáculo alguno.
Al igual que, cuando el zapato se adapta,
se olvida del pie;
cuando el cinturón se adapta,
se olvida del estómago;
cuando el corazón esta bien,
pro y contra, se olvidan.
Sin inclinaciones, sin compulsiones,
sin necesidades, sin atracciones,;
entonces los asuntos de uno
están bajo su control
y uno se convierte en un hombre libre.
Tomarse las cosas con calma es correcto.
Empieza correctamente y estarás en calma.
Continúa con calma y estarás en lo correcto.
La manera correcta de tomárselo todo con calma
es olvidarse del camino correcto
y olvidarse de que seguirlo es fácil.
El Camino de Chuang Tzu