Por Osho…
El amor puede existir en dos dimensiones: horizontal o vertical. Estamos familiarizados con el amor horizontal; ésa es también la dimensión del tiempo. La vertical es la dimensión de la eternidad.
Primero adéntrate en la meditación porque el amor nacerá de la meditación. Es la fragancia de la meditación. La meditación es la flor, el loto de los mil pétalos. Permítele que se abra. Ayúdale a entrar en la dimensión vertical, en la no mente, en la ausencia de tiempo y entonces descubrirás que la fragancia está ahí. Entonces será eterna, incondicional. Entonces no se dirige a nadie en particular, no puede ser dirigida a nadie en particular. No es una relación; es más una cualidad que te rodea. No tiene nada que ver con el otro. Tú amas, tú res amor; entonces es eterno. Es tu fragancia. Ha estado alrededor de un Buda, en torno a un Zarathustra, en torno a un Jesús. Es una clase distinta diferente de amor; es cualitativamente distinta.