“EL YO HACEDOR”, primera y última comprensión por hacer 5/5 (2)

Toda la lucha del Vedanta está dirigida a la destrucción del yo hacedor; este es el centro de la diana, es hacia donde debemos dirigir toda nuestra energía meditativa. El hecho de darnos cuenta de que no somos el hacedor marca el inicio en este proceso. Este “yo hacedor” es lo que normalmente se conoce como “ego”.

Aquí hay una contradicción. Si el yo hacedor debe ser eliminado, entonces ¿quién elimina? ¿Puede el hacedor eliminarse a sí mismo? ¿Quién hace el trabajo, entonces?

Nadie.

¿Cómo que nadie? Eso no tiene sentido.

Todo se hace sin la intervención de un “yo” que haga. El “Yo” sí existe, pero no como hacedor, sino como el Ser o Substrato de todas las manifestaciones. Si el “Yo” hiciera algo, habría dualidad, porque existiría un sujeto (el hacedor) por un lado y un objeto (lo hecho) por el otro. Pero lo cierto es que no hay dualidad de ningún tipo.

Todavía no logro entender cómo puede hacerse algo sin un hacedor. Explícame mejor, por favor.

La única manera de eliminar la dualidad sujeto-objeto, es mediante una relación de identidad. Es decir, el sujeto es el objeto. No hay separación entre ambos. Esta es la conclusión: Yo no hago, Yo soy la acción. Yo no respiro, Yo soy la respiración. Yo no hablo, Yo soy el habla. Yo no pienso, Yo soy el pensamiento. La respiración, el habla, el pensamiento, son formas a través de las cuales me manifiesto. En la realidad última, lo único que existe es un Yo Soy. De manera que Yo no lucho por alcanzar la liberación, aunque esté pareciendo que sí, la verdad es que Yo soy la liberación. Esto es lo que hay que comprender, aunque, de nuevo, no sería Yo quien comprenda, sino que Yo sería la misma comprensión. Yo no medito, Yo soy la meditación. Esta es la forma en la que el yo hacedor desaparece, para dejar lugar al verdadero Yo.

¿Pero por qué parece que además de yo ser, hago?

Para eliminar esta ilusión, dirige tu atención a tu cuerpo y tu mente. Estate presente en el momento en el que tu cuerpo se mueve, y date cuenta de que se está moviendo solo. Tu mano, por ejemplo, se mueve antes de que tú le des la orden de moverse. Lo mismo ocurre con el resto de tu cuerpo. Todos tus movimientos son involuntarios. Quizás pienses que eres tú el que mueve tu mano, pero si logras estar lo suficientemente alerta, verás que todo lo que haces y piensas, ocurre por sí mismo antes de que tuvieras la posibilidad de elegir algo diferente. Sé que suena perturbador pero tu conciencia no está ahí para elegir, sino para ser lo que ya se ha elegido.

Bueno, de que es perturbador, realmente lo es. ¿Cómo se supone que viva mi vida luego de saber que no soy el hacedor de mis acciones? ¿Cómo relacionarme con el mundo que me rodea?

Ahora mismo, tú no estás haciendo esas preguntas. Tú eres las preguntas. Te has convertido en ellas. En realidad, eres más que ellas, porque eres eso de lo cual están hechas, y eso significa que puedes ser cualquier otra cosa. Eres un campo de infinitas posibilidades. Eres Dios. Eres “Yo Soy”. La eliminación del yo hacedor te permite realizar tu verdadero ser, y una vez que sucede, la verdadera magia de la vida se despliega ante Ti, y todo se convierte en una fascinante aventura, la aventura de Tu Ser.

 Henri Bori

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