Nosotros no somos lo que nuestros pensamientos dicen que Somos. Y el otro no es lo que nuestros pensamientos dicen que Es. La mente se reCrea en historias pasadas que han sido interpretadas. Lo cual indica que no son verdad.
La Realidad, la experiencia, no es interpretable. No es juzgable. No es condenable. Eso lo realiza nuestro sistema mental. El de todos, sin excepción.
Ser Consciente de ello es lo importante para poder «elegir» PARAR y no reaccionar ante las emociones que nos generan esos pensamientos que tenemos sobre nosotros mismos y los demás. Que no son más que opiniones. Y las opiniones, opiniones son.
Cuando COMPRENDES el Juego de la Ilusión te das cuenta de que nada es lo que decimos que es. Ni tú ni yo ni el Cielo ni la Tierra ni el Alma ni Dios. Te das cuenta de cómo hemos generado una Identidad «yo» que no tiene nada de Verdad, aunque se sienta muy real. Te das cuenta de que por mucho que hagas, no puedes hacer nada ante tu Humanidad. Que no puedes salirte del Juego. Que el famoso Despertar es una toma de Conciencia y poco más. Que no te puedes librar de tu personalidad, con sus dones y sus no-dones. Que no hay nada ni nadie que Iluminar. Que lo que vemos no es Lo que Es, pero eso no significa que no te toque. Que no te penetre hasta las entrañas. Que no te duela.
Que no podemos separar lo que no somos de lo que somos. Que SER engloba ambos seres. Por eso se llama UNIDAD.
Las películas no son reales, pero existen como «películas» que son. Lo que percibimos, tanto por nuestros sentidos como por nuestra mente, es esa película. Nuestra identidad, nuestro nombre, nuestras creencias, nuestras ilusiones, nuestros objetivos, nuestras reencarnaciones, nuestra búsqueda espiritual, nuestra «mejor versión», nuestro destino, muestra misión, nuestra evolución, nuestro Regreso al Hogar, nuestro «yo»…. es una película. No es REAL, pero existe. No estamos separados de ella, pero tampoco SOMOS ella.
Todo lo que pienso de ti es mentira. Todo lo que pienso de mí es mentira. Entonces, ¿qué es VERDAD?
VERDAD es el SILENCIO. Lo que no juzga. Lo que no habla. Lo que no etiqueta. Lo que no excluye. Lo que permanece. Lo que no cambia.
El Silencio es el idioma del Vacío. Creemos, pensamos… que en el Vacío no hay nada. Y no lo hay. Sin embargo, es el espacio donde surge, sucede TODO. El sonido, la música, las palabras… surgen desde el Silencio. Desde lo que hay antes de que se cree una voz.
Antes del Nacimiento, la Existencia ya existía. La NADA ya existía. La Vida, antes de ser vida, ya latía.
Ninguno de nuestros pensamientos es real, aunque existan como tal. Como la película. Pero les entregamos todo el poder de la Realidad. De la Verdad. Y en ellos basamos nuestras ideologías, nuestras filosofías, nuestros caminos de vida.
Se habla mucho de Espiritualidad, pero ésta sólo es un concepto más. Un pensamiento más que genera una separación más. Una Forma más dentro de la película del mundo de las formas.
Muchos siguen creyendo que la Espiritualidad está fuera de ese mundo. Pocos COMPRENDEN que forma parte del mismo Juego. Del mismo Sueño. Y muchos también creen que la Eternidad es temporal. Y pocos Comprenden que la Eternidad no es «todo el pasado, el presente y el futuro».
La Eternidad es AQUÍ Y AHORA. Es un único Instante, no un conjunto infinito de instantes (o de vidas…).
No hay ningún lugar al que llegar. No hay ningún Hogar al que Regresar. No hay ningún ego que trascender. No hay ningún Alma que evolucionar. No hay ningún cuerpo ni vida que mejorar. Y no hay ninguna Comprensión que comprender.
Todos esos destinos, todas esas Iluminaciones, son meros pensamientos-ideas-teorías que nos hemos creído. Así de simple. Así de sencillo.
La VIDA ya ES. El Ser Humano (ni no humano ni no-ser) no tiene que hacer ni dejar de hacer nada porque Lo que Es ya está SIENDO, independientemente de nuestro movimiento, de nuestra voluntad y de lo que creemos de DEBEMOS y no debemos ser.
Nosotros, nuestra identidad, nuestro «yo», no es relevante para la VERDAD. Somos así de insignificantes. Así de poco importantes en la «Creación».
Nuestra mente se cree Dios, pero ignora que Dios la creó a ella.
En el Silencio, en el Vacío, no hay ningún «yo» controlador. No hay ninguna mente que ordene y mande. Simplemente, hay Existencia siendo lo que Es.
Es el ruido el que aparece y desaparece. El SILENCIO es eterno. Siempre ES, ha sido y será.
Y entendamos ruido no sólo como sonido sino también como pensamiento, como emoción, como sentimiento, como olor, como imagen, como objeto, como forma, como tú, como yo.
Todo lo que pienso de ti es mentira. Todo lo que pienso de mí es mentira. TODO LO QUE PIENSO… es mentira.
La Vida es Perfecta tal y como es en cada Instante porque no puede ser en ese Instante de otra manera. Y la Perfección no se puede mejorar pues ya es su mejor versión.
Y si la Vida ya es perfecta y nosotros SOMOS VIDA, tampoco nosotros podemos mejorar. A no ser que así lo pensemos…
No es lo mismo La Vida que lo que pienso sobre La Vida.