Bob: Esa entidad separada, la creencia en esa entidad o persona, ¡nunca ha hecho una condenada cosa! Nunca puede y nunca podrá. Usted debe darse cuenta de que usted ha sido vivido. Que el cuerpo-mente que se llama “yo” está siendo vivido, y está siendo vivido sin esfuerzo. Como Cristo dijo: “¿Quién de vosotros puede, por mucho que se afane, añadir un codo a su estatura?” Esa entidad separada no puede hacer ni una puñetera cosa.
Interlocutor: ¿Qué significa eso en cuanto a elegir, el libre albedrío consciente, la toma de decisiones que la gente hace o no hace? Si le estoy entendiendo, no hay nadie que tome decisiones.
Bob: No, no hay. Las decisiones se toman, pero no hay un tomador de decisiones. Lo que parece es que se toman decisiones. Al igual que usted cree que hace algo, y se da la vuelta para hacer otra cosa. Todo eso viene de ese puro funcionamiento. Pero nosotros nos lo apropiamos y creemos que “yo soy el tomador de la decisión” o “tengo libre albedrío”. Pero acabamos de ver que si miras de cerca los pensamientos “yo soy” o “yo soy esto o aquello” no tienen el poder para hacer ninguna de esas cosas. Ni siquiera tienes el poder para pensar ese pensamiento en sí. El pensar acontece. Lo mismo ocurre con el ver. El ver está aconteciendo en estos momentos. ¿Qué tiene que hacer para ver?
Int: Nada.
Bob: Acontece espontáneamente. Sea esa presencia-conciencia que está aconteciendo espontáneamente por sí misma. Es sin esfuerzo. Si ese “yo-pensamiento”, esa imagen que tiene de usted mismo, es quien lleva la voz cantante, ¿cuál sería la cosa más importante que haría?
Int: ¡No tengo ni idea!
Bob: Bueno, ¡yo sí! Lo primero que haría es asegurarme de que tomo la siguiente respiración, o asegurarme de que mi corazón tiene otro latido. Pero todas esas cosas suceden sin esfuerzo. Pero hablamos de decisiones; si usted fuera el tomador de decisiones, ¿por qué elegiría un pensamiento triste, pudiendo elegir sus pensamientos? ¿Por qué sería miserable o triste?
Int: Entonces, la inteligencia-energía vibra en todas estas diferentes formas.
Bob: Exactamente.
Int: Está apareciendo como la silla, como esta vida (señalando a alguien en la sala), esta vida, esta vida. ¿Qué pasa con la vida de alguien que está sufriendo? ¿Por qué haría eso? ¿Por qué vibraría en la forma de vida de un niño en un país devastado por la guerra? ¿Sabes de qué estoy hablando?
Bob: Sí.
Int: Desde mi mente, miro eso y digo: “Eso es una locura”.
Bob: Sí. Es una locura. La inteligencia-energía vibra también en el espejismo. El calor que desprende la carretera parece un charco de agua. Pero, ¿qué es en realidad?
Int: Simplemente energía vibratoria.
Bob: Sí.
Int: Pero ese niño parece sufrir.
Bob: Sí. Pero, le digo, tiene un millón de microbios subiendo por su cara en estos momentos.
Int: Pero haces esto (se restriega las manos por su cara) y los matas a todos.
Bob: Usted acaba de exterminar unos cuantos millones de ellos. Algunos de ellos podrían estar sufriendo. Algunos de ellos podrían estar lisiados. Pero no podría importarle menos. Creemos que somos tan importantes, pero sólo somos pequeños en el esquema de las cosas. Mirando desde afuera de la tierra en el espacio ¿qué sería usted? ¡Usted sería incluso menos que un microbio en la cara de alguien! Sin embargo, como estamos aquí, nos damos mucha importancia. En el esquema de las cosas, la vida está continuamente viviendo de la vida. La vida aparece bajo todo tipo de formas y figuras.
Pero sigue siendo la misma vida, la misma inteligencia-energía. Y usted es esa vida.
Int: ¿Encaja la compasión en lo que está diciendo?
Bob: Sí, hay una compasión natural que surge de por sí. Usted no tiene que tratar de ser compasivo.
Int: No.
Sailor Bob Adamson: Libro “Lo que es”