Preguntas y Respuestas sobre la REALIDAD e ILUSIÓN: Sri NISARGADATTA MAHARAJ -12- 5/5 (2)

 

V.: Cuando ayuno durante una semana, mi espíritu deviene tranquilo, de una gran claridad y un bienestar me invade. ¿Cómo se explica esto?

M.: Cuando pregunta sobre el ayuno u otra disciplina de este tipo, se trata de una forma de actividad, de un «hacer», y yo no quiero hablar de esas cosas. Usted puede hacer ciertas cosas y obtener resultados, pero yo no hago comentarios sobre lo que no he experimentado. En este país hay santos que no han pronunciado ni una palabra desde hace doce años. A la gente le gusta eso, pero como yo no lo he hecho nunca personalmente, no tengo nada que decir al respecto. Yo le hablo de la única cosa que conozco, sobre ser consciente. Aquí, yo no hablo de esas prácticas. No faltan sitios donde se practican toda suerte de disciplinas. Si eso le interesa, vaya allí.

Ramana Maharshi se impuso ascesis rigurosas. Durante muchos años no prestó atención a su cuerpo. Mi caso es completamente diferente. Nosotros estamos enteramente de acuerdo sobre todas las formulaciones positivas, pero hay una diferencia. Ramana Maharshi utilizó solo su consciencia, su consciencia estuvo orientada constante y exclusivamente hacia el despliegue de la consciencia. Normalmente nadie habla de la consciencia en sí, de cómo aparece, de lo que es su causa. Muy pocos se orientan hacia estas cuestiones.

La consciencia está aquí, pero para mí ya no tiene ningún interés, yo soy indiferente a todas las cosas. Yo soy simplemente una presenciador —una presenciación tiene lugar, eso es todo. Considero los acontecimientos que sobrevienen sin interés particular, sin proyectos, sin inten­ciones.

Usted no puede satisfacerse conociendo solo a Dios. Usted puede adorar y conocer a Dios, pero su inquietud continuará. Solo tiene que conocerse a usted mismo, entonces es el fin.

Me gusta que ustedes vengan aquí, pero si no vinieran sería aún mejor, porque viniendo aquí van a perder todos sus deseos y, el ultimo deseo, ustedes mismos, también desaparecerá. Así pues, van a perderlo todo, ¿y acaso no vienen aquí para beneficiarse?

Al hablar así a todos lo que vienen aquí, he agotado todas mis palabras, de modo que tengo tendencia a permanecer callado. Ya no tengo ganas de hablar siempre.

V.: Cuando permanezco sereno y pongo mi atención sobre este principio, ahí no descubro más que oscuridad.

M.: Todo eso no son más que palabras. No se trata de poner su atención, se trata de observar la atención misma. Por culpa de ese error, usted dirige continuamente su atención hacia otras cosas. El principio que es en el origen del pensamiento es, en sí mismo, atención. «Yo soy» es atención.

 

 

“Yo no sabía” Extracto Charla 13 y 14

 

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