«¿ Qué hace falta para alcanzar la Iluminación?», preguntaron los discípulos.
Y respondió el Maestro:
«Hay que averiguar qué es lo que cae en el agua y no produce ondas, se mueve entre los árboles y no hace ruido, atraviesa un prado y no mueve una sola brizna de hierba».
Después de reflexionar durante semanas, los discípulos se dieron por vencidos:
«¿ Qué cosa es ?»
«¿Cosa?», preguntó el Maestro.
« i No es ninguna cosa!»
«Entonces, ¿no es nada?»
«Ésa sería una forma de decirlo. . .»
«¿Y cómo podemos buscarlo?»
«¿He dicho yo que hubiera que buscarlo? Se puede encontrar, pero no se puede buscar.
Si se busca, no se encuentra».
Libro: Un minuto para el absurdo, Anthony de mello