La vida de una persona sólo es buena en la medida que cumple las expectativas de la voluntad de Dios.
El mal, en la forma del sufrimiento y la muerte, se aparece por todas partes a una persona que acepta la ley de su existencia animal, material, como la ley fundamental de su vida. Sólo cuando un hombre se rebaja al estado de un animal, la muerte y el sufrimiento le asustan. El único camino que se le abre para escapar de ese miedo es cumplir la ley de Dios, la ley que se expresa en el amor. No hay muerte ni sufrimientos para un hombre que vive de acuerdo con la ley de Dios.
Sé como eres, como tengas que ser, y el resto es asunto de Dios. Henri Amiel.
El cumplimiento de nuestros deberes y la satisfacción de nuestros placeres personales son dos cosas diferentes. Los deberes tienen sus propias leyes, y aunque intentemos mezclar nuestros deberes con nuestros placeres, ellos mismos se separarán. Immanuel Kant.
Conocemos la ley de Dios, que nos ha sido transmitida por las diferentes religiones del mundo y por nuestra conciencia, cuando no está nublada por la pasión y los prejuicios, y podemos comprender con facilidad las aplicaciones de esta ley a nuestra vida, porque todo bien verdadero se deriva de sus exigencias.
León Tolstoi
POSTERGAR
La vida es muy corta y hay mucho que aprender; aquellas personas que no dejan de postergar nunca dejan de perderse cosas.
Cada uno ha de averiguar constantemente si avanza a estados más felices o no. Si es así, uno se encuentra en el camino correcto. Adentraos más en él, disfrutadlo más. Y si os sentís tristes, entonces mirad: en algún punto os habéis apartado del camino, os habéis extraviado. Algo os ha distraído, ya no sois naturales, os habéis alejado de la naturaleza. Mirad, analizad, y sea lo que fuere lo que encontréis como causa de vuestra tristeza, desprendeos de ello. Y no lo posterguéis para mañana; eliminadlo de inmediato.
La vida es muy corta y hay mucho que aprender; aquellas personas que no dejan de postergar, nunca dejan de perderse cosas. Hoy postergaréis hasta mañana, y mañana volveréis a postergar. Despacio, las postergaciones se convierten en un hábito. Y lo que llega siempre es el hoy; el mañana jamás llega. De modo que podéis seguir postergando hasta el infinito. Siempre que veáis que algo os produce tristeza, desprendeos de ello en el acto… no lo retengáis ni por un momento.
Esto es coraje: coraje de vivir, de arriesgar, de aventura. Y solo aquellos que son valerosos, un día son recompensados con la totalidad, con la luz, el amor, la felicidad y la bendición.
Osho