Calendario de Sabiduría……….. 5 de Febrero

Todos los acontecimientos, tanto los que acaecen en las vidas de los individuos como en las sociedades humanas, tienen su origen en el pensamiento. Por lo tanto, para comprender por completo a los demás y a las demás sociedades, hemos de analizar los pensamientos que dieron origen a los acontecimientos.

 
Tal vez es más importante saber lo que no se debería pensar que lo que se debería pensar.

 
Nuestros pensamientos, en función de si son buenos o malos, pueden conducirnos al paraíso o al infierno. Esto ocurre, no en el cielo o bajo la tierra, sino aquí, en esta vida. Lucy Malory.

 
Un pensamiento da la impresión de ser libre e independiente, pero un ser humano posee algo más poderoso que el pensamiento, algo que podría guiar nuestros pensamientos.

 
Con el fin de cambiar la naturaleza de las cosas, en nosotros o en los demás, deberíamos cambiar, no los acontecimientos, sino los pensamientos que crearon dichos acontecimientos.

León Tolstoi

NECESIDADES Y DESEOS

Los  deseos  son  muchos,  las  necesidades  pocas.  Las  necesidades  se  pueden satisfacer;  los  deseos,  nunca.  Un  deseo  es  una  necesidad  que  ha  enloquecido. Es imposible satisfacerlo. Cuanto más lo intentáis, más pide y pide y pide.

Hay una historia sufi que cuenta que cuando Alejandro murió y llegó al cielo, iba cargado con todo su peso -su reino entero, oro, diamantes-, desde luego, no en realidad, simbólicamente. Iba demasiado cargado por ser Alejandro.
El guardián de la puerta se puso a reír y preguntó: «¿Por qué llevas tanta carga?». Alejandro repuso: «¿Qué carga?». De modo que el guardián le dio una balanza y puso un ojo en un extremo. Le dijo a Alejandro que pusiera todo su peso, toda su grandeza, tesoros y reino en el otro extremo de la balanza. Pero ese único ojo seguía siendo más pesado que todo su reino.

«Este es un ojo humano», informó el guardián de la puerta. «Representa el deseo humano. No se puede satisfacer, sin importar lo grandes que sean el reino y tus esfuerzos.» Entonces el guardián arrojó un poco de polvo sobre el ojo. Este de inmediato parpadeó y perdió todo su peso. Sobre el ojo del deseo hay que echar un poco de polvo de comprensión.
El deseo desaparece y únicamente permanecen las necesidades, que no son pesadas. Las necesidades son muy pocas y hermosas. Los deseos son feos y convierten en monstruos a los hombres. Crean personas dementes. En cuanto aprendáis cómo elegir lo apacible, una habitación pequeña bastará; una cantidad pequeña de comida bastará; unas pocas prendas de vestir bastarán; un amante, un hombre muy corriente, podrá bastar como amante. Pero si continuáis pidiendo más v más, hasta el hombre más hermoso tarde o temprano estará acabado. Vuestro deseo continúa y continúa. No conoce fin.

Osho

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