La atención es el camino hacia la inmortalidad; la inatención es el sendero hacia la muerte. Los que están atentos no mueren; los inatentos son como si ya hubieran muerto.
Distinguiendo esto claramente, los sabios se establecen en la atención y se deleitan con la atención, disfrutando del terreno de los Nobles.
¿Cómo funciona la indagación en uno mismo?
La responsabilidad que todos tenemos que revisar nuestra filosofía de vida.
MARÍA TOSCANO: La espiritualidad como fundamento de la existencia
SER aun siendo siempre tu más profunda intimidad, es a la vez lo mas ansiado que buscas
Evolución de la enseñanza no Dual
Tu no eres lo que piensas
No hay tal cosa como el despertar personal