Chamanismo, budismo y otros desarrollos espirituales cuando quieren hablar de la muerte la comparan al momento mismo de irse a dormir. La entrada en el mundo de los sueños y el paso de la muerte tienen muchas analogías aunque queda claro que del sueño nocturno tu regresas y de la muerte no, por lo que nadie puede confirmar lo que nos encontramos allí.
Siguiendo un poco estas analogías observemos nuestra mente al irnos a dormir. Es completamente normal que justo después de acostamos y poco antes de entrar al mundo de los sueños exista en nosotros una cascada constante de pensamientos. El contenido de estos pensamientos puede ser muy variado según la persona pero normalmente tienen relación con lo que ha ocurrido en el día, y más si hemos tenido mucho ajetreo, preocupación o ansiedad. Lo curioso de todo esto es que terminamos durmiendonos con todo eso rondando la cabeza y por sorprendente que parezca suelen ser estos mismos pensamientos los primeros en llegar a la mente en cuando nos levantamos. Es cierto que después de dormir nos encontramos mucho más descansados y podríamos decir que incluso más lúcidos para tomar nuevas decisiones pero ese contenido mental que rondaba en nosotros al poner la cabeza sobre la almohada vuelve casi de inmediato.
Imaginemos ahora el momento de nuestra muerte, de hecho vayamos más allá aún y pensemos que ese día es hoy, ¿Que cadena de pensamientos se procesarían?. ¿Serían de miedo, cargados de rencor, frustración por lo que no he hecho, por lo que no pude hacer o tal vez son como un bálsamo después de una larga vida?. Esto nos invita a la reflexión y no importa la edad que tengas porque sabes bien que la muerte va a llegar por lo tanto nunca es temprano ni tarde para cuestionarte estas cosas.
Hagamos más profunda nuestra reflexión. ¿Y si detrás de esta vida continuase otra, así como detrás de la noche sigue un nuevo día?. ¿Y si esos últimos pensamientos fuesen el fundamento principal y la base constructiva de la nueva vida que vas a contraer?. ¿No serían estos últimos pensamientos de máxima importancia para tu provenir?. Por supuesto que estamos dejando escrito estas preguntas como algo supuesto pero con solemnidad nos impulsa esto a una profunda meditación sobre lo que HOY tenemos en nuestra mente.
No quisiera yo decirles que tipo de pensamientos serían los mejores. Podemos darnos cuenta sin lugar a dudas que los pensamientos constructivos serían más acertados que los destructivos a la hora de crear el molde de una nueva existencia. ¿Pero esos son los pensamientos que HOY tenemos en nuestra mente?. No suele ser parte de nuestra voluntad aunque así lo queramos la calidad del pensamiento que circula por nosotros y sabiendo esto, ¿Cómo podemos asegurarnos que esos últimos pensamientos fuesen a ser los más éticos?. Esto nos vuelve a colocar de nuevo ante la reflexión.
Con todo y esto, la verdadera reflexión viene cuando uno se pregunta: ¿Cómo sería mi próxima existencia si antes de morir no tuviese ningún tipo de pensamiento? Aunque esta pregunta pueda aportar infinitas respuestas, lo cierto es que pocos, muy pocos, son los que se presentan a la muerte viviendo ese momento conscientes y sin ningún contenido mental. Pocos pueden dejar en manos de la GRACIA la construcción de su nueva vida sin diluir la imagen que tienen de sí mismos en el recipiente germinal. Pocos son los que hoy pueden PARAR SUS PENSAMIENTOS y vivir este instante desde la CONCIENCIA, desde el AQUÍ y AHORA.
Ícaro Dedaloson