Imaginemos una barca de tripulantes que atraviesa un río. Si una barca vacía, a la deriva, viene y choca con ella, los marineros, aun siendo irascibles, no se enfadarán, porque no hay nadie que ha entrado en conflicto con ellos, puesto que la barca estaba vacía. Si por el contrario, hay alguien en la barca, gritos e insultos saldrán inmediatamente de la barca. ¿Por qué? Porque ha habido un conflicto de personas… Aquel que habrá podido despojarse incluso de su personalidad, podrá recorrer el mundo entero sin experimentar ningún conflicto.