Cuando sólo creemos en “MI” dios 4.5/5 (2)

Un gato pasó casualmente junto a una asamblea de perros cuyo líder decía:

-¡Hermanos, recemos juntos y pidamos con fervor que el Gran Dios Perro nos envíe del cielo buenos y abundantes huesos!

El gato se alejó de allí, diciendo para sí:

-¡Estúpidos idólatras, ignorantes infieles! ¿Cómo es posible que le recen a ese dios de paganos y no al verdadero Gran Dios Gato, y cómo es posible que en vez de huesos no pidan ratones?

Libro: los mejores cuentos espirituales

Por favor puntúa este artículo